Tras más de tres años viviendo un calvario de lesiones y recaídas, Bruno Soriano vuelve a sentirse futbolista. El capitán del Villarreal ha asegurado en el Telediario de TVE que necesitó ayuda psicológica porque "no puedes dormir bien, todas las noches te despiertas con pesadillas y no estás bien en el día a día hay que buscarle remedio porque así no se puede vivir”.
Sus dos ejemplos fueron "Sergio (Asenjo) y Santi (Cazorla)", entre los tres han estado más de diez años lesionados. Ambos le felicitan por su recuperación.
Esta jornada del reencuentro con el fútbol presenta muchos atractivos, entre ellos el partidazo de etse domingo en San Mamés, Athletic-Atlético de Madrid, o el Mallorca - Barça de esta noche, la vuelta del líder y de su tridente, Messi, Suárez y Griezmann. Setién no se guarda nada.
La Policía ha solicitado la intervención del teléfono móvilde Jorge Molina, capitán del Getafe, por su supuesta implicación en el Caso Okios, una red de amaños de partidos. El nombre del jugador aparece en una conversación entre Carlos Aranda, cabecilla de la red, y Esteban Grandos, investigado por el caso. Molina ha defendido su inocencia.
El fútbol español ha comenzado a hacerse test del coronavirus. Villarreal, Osasuna, Levante y Betis han sido los primeros equipos en la vuelta al trabajo. Este miércoles más equipos harán los tests a sus futbolistas, entre ellos el Barça, Atlético y Real Madrid. Pero muchos jugadores tienen miedo a volver al trabajo. La plantilla del Eibar ha emitido un comunicado en el que manifiesta su temor a contagiarse.
Alberto Contador ha subastado una bicicleta muy especial para él y lo recaudado lo va a destinar a Cruz Roja y su lucha contra la pandemia. La sorpresa se llevó cuándo se enteró de quién había ganado la puja.
Pau Torres, futbolista del Villarreal, confiesa que está llevando el confinamiento "bien dentro de lo que cabe". El joven defensa, debutante esta temporada con la selección absoluta, reconoce a Teledeporte que sigue las pautas del club: "Por la mañanas hago el entrenamiento y, después, me pongo a hacer la comida".
Lleva el confinamiento en soledad porque tiene "un familiar directo" que trabaja en un hospital y de mutuo acuerdo decidieron distanciarse para evitar contagios. "Todo este tiempo me está ayudando mucho a saber hacer las tareas de casa", admite.
También se está formando la opinión "de que vivimos en un país de gente solidaria", y que cuando todo acabe "nos servirá para crecer y estar más unidos. Esto nos ha hecho salir de la zona de confort y ahí es donde la gente crece". En lo personal y familiar, añade que servirá "para que los hospitales tengan las mejores herramientas".
