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Dimiten ocho directivos del Barcelona

  • Laporta no se verá forzado, de momento, a dimitir
  • Vicenç, uno de los dimisionarios, asegura que respeta la decisión de Laporta
  • El juez les obliga a avalar el presupuesto de gastos

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Vicenç dimite y se lleva a siete más
Albert Vicenç, en el momento de leer el comunicado conjunto de los ocho dimisionarios.

La junta directiva del FC Barcelona ha vivido esta tarde una desbandada con la dimisión de ocho de sus miembros, que se ha producido tras la reunión extraordinaria para analizar los resultados del referendo de la moción de censura que se celebró el domingo, tras la cual el consejo directivo salvó la moción pero perdió la votación con el 60,6%

Los dimisionarios son los vicepresidentes Albert Vicenç, Ferran Soriano y Marc Ingla, además de los directivos Josep Lluis Vilaseca, Evarist Murtra, Xavier Cambra, Claudia Vives-Fierro y Toni Rovira.

A pesar de la magnitud del hecho, la junta que preside Joan Laporta podrá continuar con su legislatura, ya que para haber provocado que la directiva hubiese dado paso a una junta gestora, hubiese sido necesario que hubiesen dimitido trece miembros.

Ahora mismo, Joan Laporta se encuentra al frente de la directiva del Barcelona junto a nueve miembros más. De esta forma, el presidente del Barça deberá completar su consejo directivo con cuatro integrantes para llegar a los 14 mínimos que exigen los estatutos del club para que la entidad sea gobernable. Los nuevos directivos deberán ser refrendados en la próxima asamblea de compromisarios.

La desbandada de directivos tras esta reunión es la más numerosa que se recuerda en el Barcelona, por el hecho de haberse producido en el mismo día. De hecho, la junta de Laporta ya había perdido en los anteriores años a seis directivos, cinco de los cuales Jordi Monés, Josep Maria Bartomeu, Sandro Rosell, Jordi Moix y Xavier Faus lo hicieron al finalizar la temporada 2004-05, mientras que Alejandro Echevarría lo hizo al año siguiente.

"Descontento mayoritario"

"Anunciamos que hemos renunciado a nuestros cargos en la junta del Barça. Los motivos que nos han llevado a tomar esta decisión son por discrepar de la manera de actuar a partir de la votación tras los resultados en el referendo", ha leído Vicenç, ex miembro de 'El Elefante Azul' con Joan Laporta y Albert Perrín, un movimiento opositor que creció al final de la legislatura de Josep Lluís Núñez.

"Para nosotros el resultado del domingo expresaba un descontento mayoritario a esta junta directiva y debido que la moción no había prosperado aconsejaba a realizar un cambio sustancial e inaplazable. Esta posición no es compartida por el presidente ni el grupo de directivos, que han decidido continuar en el gobierno del club. Nuestra propuesta ofrecía estabilidad y paz social de forma inmediata a corto y medio plazo", añadió Vicenç.

Finalmente, el vicepresidente primero ha dicho: "Respetamos la decisión del presidente y los compañeros de junta que seguirán a su lado. La respetamos y deseamos que tengan éxito y acierto en su labor. Los socios del FC Barcelona han de estar convencidos que el club está en una situación deportiva, económica y social óptima".

"Pedimos al barcelonismo que, por encima de criterios divergentes contribuya, a la estabilidad y a la calma para la gobernación del Barcelona", ha concluido. Los ocho directivos, de los cuales se ha descolgado a última hora Jaume Ferrer, quien apuesta por la continuidad de Laporta, se han mantenido inflexibles hasta el final en su intención de que Vicenç tomase las riendas del club hasta el final de la legislatura, en el 2010.

Sin embargo, Laporta ha propuesto una medida intermedia que no ha satisfecho a los dimitidos, como era llegar a la asamblea de compromisario (sin fecha prevista aún) y poner su cargo a disposición de los socios.

Tendrán que avalar

Un nuevo problema se le viene encima a la junta directiva del Barça. El juez Antonio Núñez de la Rosa ha dictaminado que los directivos del club deberán avalar el presupuesto de gastos, que esta temporada asciende a 355 millones, con el 15%, estimando así la demanda del socio Vicenç Pla i Cebrián.

Este socio consideraba que los directivos debían avalar, tal y como establece la Ley del Deporte para los clubes que no son sociedades anónimas. Por su parte, los actuales gestores del Barça entendían que no estaban obligados a hacerlo al haber logrado beneficios.