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España gana de nuevo a la campeona olímpica

  • Esta vez, el equipo de Aíto vence con mayor autoridad a Argentina por 87 a 62
  • La reaparición de Pau Gasol fue decisiva para afrontar la recta final con autoridad

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España gana de nuevo a Argentina

La selección española de baloncesto sigue con paso firme su preparación para los Juegos Olímpicos de Pekín'08 y en la última jornada del Torneo de Orense se ha impuesto a Argentina por 87-62.

Los argentinos plantaron cara en los primeros compases del partido, con lanzamientos de tres con Delfino y Nocioni, principalmente, que dieron la impresión que querían devolver la moneda de lo ocurrido hace pocos días en otro amistoso disputado en Madrid. Una salida un tanto agresiva de los argentinos que sorprendió a España, pero que poco a poco se fue adueñando de la pista y comenzó a dominar en el marcador, aunque lo pasó mal durante muchos momentos.

El comienzo de España, con dos canastas de Reyes y Mumbrú hacía presagiar que iba a ser un partido fácil. Fue un espejismo. Los argentinos, que en la jornada anterior ante Lituania no tuvieron garra, trataron de demostrarlo ante España gracias, especialmente, al tiro exterior de Nocioni. Las rotaciones del técnico español Aito García Reneses, incluyendo a Pau Gasol, Rodríguez y López, dieron sus frutos y devolvieron la moneda al combinado albiceleste.

El segundo cuarto comenzó con un triple de Quinteros, que desquició a mas de un jugador de la selección española, y el combinado de García Reneses entró en la guerra fría que impuso la selección argentina, que lo aprovechó para ponerse a tan sólo un punto (27-26). La presión pasó factura a los jugadores de Sergio Hernández, que veía como sus hombres altos se cargaban de personales. Tuvo que hacer numerosos cambios para tratar de frenar a los españoles que, poco a poco iban abriendo hueco en la férrea defensa de sus rivales, por lo que al descanso se fueron con una renta de once puntos.

El tercer cuarto comenzó con dos tiros de Navarro y a partir de ahí Calderón cogió las riendas y dio alas al equipo español. Pasó a controlar la situación ante unos argentinos que apenas podían defender, pues Scola, Oberto y Gutiérrez se encontraban con cuatro faltas personales. A pesar de esos problemas, los argentinos no cejaron en su empeño y volvieron a tutear a los españoles en muchas fases del partido, pero la reaparición de Pau Gasol fue decisiva para afrontar la recta final con clara autoridad.