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El Madrid celebra las desgracias culés

  • Diez victorias consecutivas le han servido para reducir la ventaja del líder
  • Los madridistas se miran en el espejo del Madrid de Capello para remontar

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13 de diciembre de 2008. El Barça se adjudicaba el clásico ante el Real Madrid en la primera vuelta, en el Camp Nou, y la afición culé celebraba la práctica eliminación de su máximo rival para el título liguero, al que dejaba en 12 puntos.

Era el debut de Juande Ramos en el banquillo madridista, y lo que pocos imaginaban era que suponía el principio de una racha que les ha llevado a ganar diez partidos consecutivos: la tercera mejor racha de su historia y la misma que logró el Barça esta temporada en sus horas altas.

Los números del entrenador manchego hablan por sí solos: 24 goles anotados por tan sólo dos encajados en estos diez partidos. Una solidez defensiva alabada por sus rivales, como su homólogo del Liverpool y rival en Champions, Rafa Benítez, la otra mancha en su expediente.

Otro de los pilares sobre los que se sustenta esta "media remontada" es Raúl, que a sus 32 años está en plena juventud. El capitán ha marcado cuatro goles en los últimos cinco partidos, que le han permitido superar a Di Stéfano como máximo goleador blanco y a 'Quini' como quinto mejor artillero de la historia de la Liga.

A pesar de las críticas a la política de fichajes, uno de los recién llegados en el mercado de invierno ha resultado ser fundamental en el esquema de Juande: Lassana Diarra. El francés se ha ganado el corazón de los "nostálgicos de Makélélé" no sólo por su parecido físico, sino por el trabajo en defensa y las mejores condiciones técnicas a la hora de elaborar el juego.

Este buen momento se parece al de hace dos temporadas, cuando el Madrid de Capello logró remontar en Liga hasta ganar el título en el último partido en una recta final de infarto. El punto de partida fue, precisamente, el clásico en el Camp Nou, que terminó 3-3.

Comparación con Capello

Como aquel equipo, el de este año no enamora precisamente por su juego de ataque y se basa más en el corazón, el orgulllo y en la garra. Entonces una de las claves fue tener el calendario más despejado a partir del mes de marzo: los blancos quedaron apeados de la Liga de Campeones ante el Bayern de Munich y no tenía compromisos en la Copa del Rey.

Entre los cuatro semifinalistas de Copa de este año no está el Madrid y el panorama en Champions puede quedar igual de despejado si el Liverpool hace buena en Anfield la ventaja lograda en el Bernabéu.

Por tanto, ¿habrá remontada? La conclusión que pueden extraer los madridistas es que puede haberla, pero no basada en el buen juego, sino en el espíritu de equipo, la unión de la plantilla y un menor desgaste físico que su rival. En junio hallaremos la respuesta.