Wout van Aert, el gregario "perfecto" del Tour
- El belga del Jumbo, que saltó meteóricamente del ciclocross a la carretera, es uno de los ciclistas más valiosos del pelotón
- Tour de Francia 2020 en directo, sábado 5 de septiembre a partir de las 14:40h. en Teledeporte y +tdp
A tenor de lo visto el año pasado en esta misma carrera no es una sorpresa el rendimiento que está demostrando el campeón belga contrarreloj del Jumbo Visma, tal vez sí su versatilidad. Durante esta primera semana del Tour lo hemos visto ejercen de 'sherpa', de 'Indurain' y de 'Cipollini'. En los tres casos ejecutando su función a la perfección: llevando bidones como para alimentar a un rebaño, destrozando a sus rivales en montaña usando el plato grande y ganando una etapa al sprint. ¿Se le puede pedir más?
El verdadero pulso del Jumbo-Visma
Que no reviente, que no arriesgue y que sea consciente —si es que aún no lo es— de que es el ritmo del equipo, el verdadero pulso del Jumbo Visma. Si alguien quiere batir a Roglic o a Dumoulin, antes tiene que rendir a Van Aert.
La subida a Orcères-Merlette de la cuarta etapa fue tal demostración de poderío que impidió a sus rivales moverse temiendo el 'efecto boomerang': tal como saltas, vuelves al redil con la sensación de haber hecho el ridículo. El terreno ya está abonado para que no se te suban a las barbas en el siguiente puerto de entidad, el col de la Lusette más el añadido del Mont Aigoual.
Solo que esta vez, en vez de subir al límite lo hicieron a una "modesta" medida —modesta para los profesionales e inalcanzable para el 99% de los ciclomásters de este universo— de entre 5’5-6’w/kg ó 41 segundos peor que un hombre con 160km fugado. Estas declaraciones en meta ofrecidos por Enric Mas han suscitado bastante polémica por la forma en que recriminó a los periodistas las críticas al pelotón por la falta de combatividad; si bien lo que denota es que el dominio del Jumbo nubla la vista de los rivales o los desmotiva si a 5’5w/kg sienten que están haciendo un esfuerzo ímprobo y colosal. No vamos a pensar que Enric Mas no está en el estado de forma idóneo.
Cambio de roles Ineos-Jumbo
Y eso que en La Lusette quienes llevaron el ritmo de subida fue el Ineos (el antaño todopoderoso equipo británico que todo lo sigue teniendo pero que -de momento- no todo lo puede), un grupo de corredores reconfigurados en torno a su líder, el colombiano Egan Bernal, que dispone de lo mejor que tiene y que, en conjunto no muestran -ni por asomo- el mismo poderío que su alter ego holandés. En lo que llevamos de 2020 hay que pensar el Jumbo en los términos del Sky-Ineos de otros años, sus modelos son calcados y sus estrategias muy similares. Si durante los ocho años precedentes siempre han tenido un gregario que estaba al nivel de sus directos rivales, en este extraño año ni el líder, ni el «por si acaso» Carapaz ni los ya no tan pizpiretos Kwiatkoswky y Castroviejo, parecen estar al nivel de los Jumbo. ¿Podemos estar tan seguros?
El trío de escaladores lo comanda Sepp Kuss (o ‘kas’) que tiene mucho gas, mientras que tanto a George Bennett como a Robert Gesink los hemos visto quedarse cuando la carretera o el ritmo de carrera acechaba hacia lo incómodo. En el llano, el rejuvenecido y enjutado Tony Martin se echa en el bolsillo a Roglic, mientras Van Aert se encarga de amedrentar y comenzar —sino finalizar— los puertos. La pregunta es hasta cuándo: en fecha y lugar. Si se dejan pasar las oportunidades de hacer trabajar al Jumbo, no moverse y de paso no soltar a Bernal, la bestia belga podrá triturar las intentonas de ataque cuando el patrón del equipo presione a los directores con resultados.
Este Tour ofrece un recorrido lo suficientemente aliñado como para buscar las cosquillas a los holandeses y hacerles daño justo en su mayor fortaleza: el pulso de Van Aert. En realidad, su mayor debilidad. Si él cae, Kuss vaciará el tanque y Dumoulin y Roglic se mirarán por primera vez a los ojos… como rivales. Justo lo que el Jumbo no quiere. Por el bien del ciclismo, que veamos la perfección del mejor de los gregarios: que van Aert se canse.