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NBA

El gran reto de Ricky Rubio

  • El base de Utah Jazz, que acaba contrato, busca consolidarse entre la élite de la NBA
  • El resto de españoles, excepto Ibaka, no tiene su futuro garantizado más allá de esta temporada

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Ricky Rubio, en un partido de pretemporada con su equipo, los Utah Jazz
Ricky Rubio, en un partido de pretemporada con su equipo, los Utah Jazz

Los nueve españoles:

José Manuel Calderón - PISTONS (Detroit)

Juancho Hernangómez - NUGGETS (Denver)

Willy Hernangómez - HORNETS (Charlotte)

Marc Gasol - GRIZZLIES (Memphis)

Pau Gasol - SPURS (San Antonio)

Álex Abrines - THUNDER (Oklahoma)

Ricky Rubio - JAZZ (Utah)

Nikola Mirotic - PELICANS (Nueva Orleans)

Serge Ibaka - RAPTORS (Toronto)

Hace apenas un año, la carrera de Ricky Rubio en la NBA parecía atravesar dificultades. El equipo en el que había militado en toda su etapa profesional, Minnesota Timberwolves, decidía traspasarle a Utah Jazz. Los técnicos de los Wolves parecían haber perdido toda su confianza en el base del Masnou, lastrado por su falta de eficacia en el tiro exterior y por algunos problemas físicos en momentos clave.

Pero su llegada a los Jazz -exceptuando la primera fase de la temporada- sirvió como impulso a un equipo que, a pesar de haber perdido el verano anterior a su estrella, Gordon Hayward, fue uno de los más sólidos la pasada campaña y logró hacer un papel más que decoroso en los playoffs -los primeros del base español-, eliminando a Oklahoma City Thunder en primera ronda.

El secreto: jugar como equipo por encima de las individualidades -mérito indiscutible del técnico, Quin Snyder-, el nivel defensivo de hombres como Rubio o el francés Rudy Gobert y la aparición inesperada del novato Donovan Mitchell, una de las grandes sorpresas de la pasada campaña.

De hecho, la lesión de Rubio en semifinales de conferencia fue decisiva para la eliminación de los Jazz a manos de Houston Rockets.

Muchos ojos pendientes de Ricky

Ahora, a punto de comenzar la temporada 2018/2019 -arranca este miércoles 17 de octubre-, hay muchos ojos pendientes de Ricky Rubio. El base español tendrá que demostrar que lo del año pasado no fue un espejismo y que, además de dirigir a su equipo con solvencia y de ser uno de los mejores bases defensivos de la NBA, es capaz también de suponer una amenaza ofensiva, como se pudo ver en algunas fases de la pasada campaña, en la que promedió 13.1 puntos por partido, su mejor marca en la liga estadounidense.

A sus 27 años, Rubio está en una edad ideal para demostrar que puede ser un jugador franquicia e incluso hay quien asegura que, si mantiene una buena línea, puede aspirar a jugar el All-Star, a pesar del altísimo nivel de los jugadores con los que tendrá que competir en su puesto y en su Conferencia: James Harden, Russell Westbrook, Chris Paul, Stephen Curry...

Los dueños de los Jazz saben de su potencial y confían en el base. Tanto que han apostado por poner a su lado al que fuera su compañero en la selección española Raúl López, que de este modo regresa al que fuera su equipo en la NBA, aunque ahora como técnico asistente. Un apoyo que puede ser fundamental para que el de El Masnou dé el salto definitivo.

No hay que olvidar que el base español acaba contrato y a finales de esta campaña será agente libre, por lo que podrá escoger entre las ofertas que le lleguen. Si muestra sobre la cancha la capacidad de liderazgo que exhibió el pasado año, Rubio podrá elegir entre una propuesta mareante en millones de dólares o incluso por un proyecto que le lleve a ganar un anillo.

Solo Ibaka tiene el futuro garantizado

Rubio no es el único español que acaba contrato esta temporada. De los nueve jugadores seleccionables que inician la campaña en la NBA, el único que tiene su futuro garantizado con su actual equipo es Serge Ibaka, que tiene contrato en vigor con su equipo, los Toronto Raptors, hasta el verano de 2020.

Ibaka, cuya carrera parece haberse estancado un tanto desde su salida de Oklahoma City, aspira a jugar la final de la NBA tras la llegada a Toronto de una estrella como Kawhi Leonard y la marcha a los Lakers de LeBron James, cuyos equipos han dominado en la última década la Conferencia Este.

Quien también tiene su futuro en su mano es Marc Gasol que, a sus 33 años, dispondrá al final de la temporada de una opción para seguir en las filas de Memphis Grizzlies -un equipo en plena reconstrucción- o salir al mercado en busca de un conjunto con mayores aspiraciones.

A priori, poco se espera de su equipo en esta campaña que empieza, después de que el pasado año los Grizzlies fueran uno de los peores conjuntos de la Liga, a pesar de Marc.

Marc Gasol, en un partido contra Houston Rockets
Marc Gasol, en un partido contra Houston Rockets

Marc Gasol afronta su último año de contrato con Memphis Grizzlies. Justin Ford-USA TODAY Sports

Pau Gasol y la reconstrucción de los Spurs

Pau Gasol tampoco tiene asegurado que vaya a seguir en los San Antonio Spurs. El pívot, que comienza su vigésima temporada en la mejor liga de baloncesto del mundo, tiene garantizada la presente campaña pero no la siguiente, ya que su equipo podría convertirle en agente libre pagándole 6,7 millones de dólares.

A ello habría que añadir la posibilidad de un traspaso, ya que en los Spurs no queda rastro del equipo que fue campeón en 2014 y solo la llegada de DeMar DeRozan da esperanzas a una franquicia que, tras años de éxitos, parece condenada a la reconstrucción.

Otro veterano, José Manuel Calderón, quiere seguir en la NBA y, por esta razón, regresa a Detroit, equipo en el que ya militó durante unos meses en 2013 y con quien ha firmado un contrato de una sola temporada. Aunque ha jugado muy poco en las últimas campañas, todos los entrenadores han mostrado siempre una plena confianza en el extremeño y en su capacidad como líder dentro y fuera de la pista.

Futuro poco claro entre los jóvenes

Entre los más jóvenes tampoco está claro su futuro. Quien mejores perspectivas parece tener es Nikola Mirotic, que tras una etapa irregular en Chicago -donde fue compañero de Pau Gasol- aterrizó en febrero de New Orleans Pelicans donde fue titular y clave en el buen papel del equipo en playoffs. Ahora encara su último año de contrato pero, si mantiene el nivel, el hispanomontenegrino no tendrá problemas para elegir entre suculentas ofertas.

Más complicado es el panorama para Abrines y los hermanos Hernangómez. Willy Hernangómez inicia su segunda temporada en Charlotte Hornets, donde contó muy poco la pasada campaña. Este año la salida de Dwight Howard puede suponer más presencia en la cancha para el madrileño, con contrato garantizado este año pero no el siguiente.

Willy Hernándgómez, en un partido de pretemporada contra Chicago Bulls
Willy Hernándgómez, en un partido de pretemporada

Willy Hernándgómez espera disponer de más minutos este año en Charlotte Hornets. Streeter Lecka/Getty Images/AFP

Algo parecido le sucede a su hermano Juancho, que el año pasado tuvo una presencia casi residual en Denver Nuggets, lo que podría complicar su futuro en la franquicia de las Rocosas. Sin embargo, el alero ha demostrado que es un jugador capaz de disputar minutos de calidad y que no se arruga ante los grandes desafíos.

Por último, Álex Abrines será agente libre restringido al final de campaña, por lo que su equipo, Oklahoma City Thunder, podrá igualar cualquier oferta que reciba. Aunque está bien valorado en la Liga como especialista desde la línea de tres puntos, le falta un empujón para ser un jugador verdaderamente importante en la rotación.

Tampoco hay que olvidar la colonia de técnicos españoles que este año van a ofrecer sus servicios en la NBA, empezando por Sergio Scariolo -español a todos los efectos aunque con nacionalidad italiana-, que este año ejercerá como asistente en Toronto Raptors, cargo que compaginará con el de seleccionador español.

También destaca la presencia de Jordi Fernández en el cuerpo técnico de Denver Nuggets y el ya citado Raúl López.