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Bono asegura que la cúpula de Defensa recibió 18 quejas antes del accidente del Yak-42

  • Cree que al menos una de ella llegó a su predecesor, Federico Trillo
  • Revela que había malestar con las condiciones del traslado de tropas
  • El siniestro se produjo en 2003 y se cobró la vida de 62 militares españoles

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El ex ministro de Defensa y presidente del Congreso, José Bono, ha declarado al juez que el Estado Mayor de la Defensa recibió 18 "quejas" sobre fallos en la seguridad de los vuelos contratados para el traslado de tropas antes del accidente del Yak-42 y "probablemente" una de ellas llegó al gabinete de Federico Trillo.

Así lo han asegurado fuentes jurídicas al término de la declaración de Bono ante el juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska, que ha durado casi dos horas y media. En ella, Bono ha aportado datos e informes sobre el accidente, pero "sin apuntar nombres ni cargar las tintas sobre Trillo".

Los representantes legales de los familiares han señalado que Bono le ha transmitido a Grande-Marlaska que había "malestar elocuente y alto" sobre el transporte de tropas, algo que se conocía en el Parlamento antes del accidente a raíz de una pregunta realizada por una diputada del PP el 30 de abril de 2003.

Además, el ahora presidente del Congreso ha reconocido que abrió la investigación sobre el accidente a propuesta del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero,  y para atender "la situación de angustia" de las familias.

Se ratifica en lo dicho

En unas breves declaraciones a los periodistas tras comparecer ante el juez como testigo, ha recordado que se ha ratificado en lo que dijo en el Pleno monográfico en el Congreso que tuvo lugar el 21 de octubre de 2004 sobre el accidente.

Entonces, reveló que se ignoraron 16 quejas presentadas por parte de los militares, del servicio de inteligencia del Ejército de Tierra y del Mando Aéreo de Levante, advirtiendo sobre la falta de seguridad de este tipo de vuelos.

También afirmó que se decidió cambiar el avión -Tupolev por Yakovlev- un mes antes del accidente por un ahorro "despreciable" de 6.000 euros, denunció que la tripulación del Yak acumulaba más de 23 horas de vuelo y el avión voló con dos averías graves, sin la caja de registro de voz de la cabina desde hacía un mes y sin el sensor de combustible.

Igualmente, ha señalado que ha venido a la Audiencia Nacional por respeto a la justicia y a las familias de las víctimas, con las que se ha reunido durante unos minutos en una sala de vistas del tribunal.