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Clinton y Obama resuelven sus diferencias a solas

  • Se han reunido durante una hora en el domicilio particular de una senadora demócrata
  • Han acordado mirar hacia el futuro y trabajar por que Obama llegue a la Casa Blanca
  • Clinton finalizará oficialmente su campaña en un acto en Washington el próximo sábado

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"Cerré la puerta, les dejé solos y subí arriba a trabajar". De esta forma comienza el relato de la reunión privada que han mantenido Barack Obama y Hillary Clinton que ha realizado la única testigo del mismo: la senadora por California Dianne Feinstein, firme partidaria de Clinton, que los ha acogido a ambos en su domicilio.

Este encuentro, que duró una hora y que se produjo con los dos candidatos completamente a solas, supone la escenificación de la unidad del Partido Demócrata tras el largo y duro proceso de primarias que ha vivido y del que ha salido vencedor por poco el candidato afroamericano.

Al parecer, fue solicitado por la senadora demócrata, y se escogió como lugar de reunión el domicilio de esta senadora de su confianza, pese a que se rumoreó que podía celebrarse en el propio domicilio de los Clinton.

"Ellos me llamaron cuando acabaron, bajé y les dije 'Buenas noches, espero que hayaís tenido una buena reunión'. Ellos se rieron y eso fue todo", ha detallado Feinstein.

"Hablaron sobre cómo trabajar juntos y unificar el partido y mirar hacia adelante porque tenemos un reto en novimebre muy importante", ha asegurado Robert Gibbs, director de comunicación de la campaña de Obama, a la CNN.

Más allá de estas palabras, lo único que ha trascendido es un comunicado oficial que se limita a constatar que ambos trabajarán juntos para ganar las presidenciales en noviembre.

Sobre cuál será el papel de Clinton -si será o no su compañera de cartel- nada se ha desvelado.

Fin de campaña

Lo que sí parece es que este encuentro ha ayudado a clarificar la situación de ambos. Tras la misma, el equipo de Clinton ha anunciado que la senadora pondrá fin mañana a su campaña por la candidatura demócrata a la Casa Blanca en el acto de despedida y agradecimiento a sus simpatizantes que celebrará en Washington.

Puede parecer un acto sin importancia cuando la ex primera dama ya había reconocido por omisión su apoyo a Obama, pero supone un cambio de actitud respecto a su intención primera, que era suspender su campaña, que le hubiera permitido seguir celebrando actos electorales, en especial de recaudación de fondos.

La campaña de Hillary está en "números rojos" por encima de los treinta millones de dólares y la senadora se vio obligada a poner dinero de su bolsillo en dos ocasiones, por un total de 11,4 millones de dólares.

Con este acto de 'generosidad' el Partido Demócrata puede poner en marcha toda su maquinaria para vencer al republicano John McCain, que se encuentra a tan solo dos puntos de Obama en el promedio de encuestas nacionales que ha elaborado la CNN.