Pobre resultado de la cumbre de energía del G8, que acuerda crear un marco global de ahorro de energía
- Las diferentes visiones económicas impiden un acuerdo sobre el mercado del petróleo
- Con China, India y Corea del Sur, invitados, consumen el 65% de energía mundial
- Segunda decepción en siete días, tras el fracaso de la cumbre de la FAO
- Los términos del acuerdo sobre ahorro energético, muy generales
- La cumbre sirve de base para la cumbre de jefes de gobierno del G8 en julio en Japón
La intención de establecer un nuevo marco de ahorro de energía que sirva para luchar contra el cambio climático y los crecientes precios del petróleo. Ese es el único resultado tangible de la reunión de los representantes de Energía del G8 en Aomori (Japón).
Los representantes de Energía de Japón, EEUU, Canadá, Alemania, Francia, Italia, el Reino Unido y Rusia ha establecido las bases de la llamada Sociedad Internacional para la Cooperación en la Eficiencia de la Energía y han invitado a otros países como China, la India y Corea del Sur, presentes en el encuentro como invitados, a unirse a su iniciativa.
"La seria preocupación por los elevados precios del petróleo" ha sido el tema central de la reunión, que ha congregado a representantes de once países, que son responsables de cerca del 65% de la demanda de energía y de las emisiones de dióxido de carbono del mundo.
El precio del petróleo, que es más del doble que a principios de 2007, alcanzó el viernes el máximo histórico de 139 dólares por barril en Nueva York.
"Todos los responsables de la política energética debemos trabajar juntos reconociendo el papel crucial de las políticas financieras y macroeconómicas para la resolución de las cuestiones económicas actuales", dice el comunicado conjunto hecho público este domingo.
Sin embargo, a la hora de concretar ese "papel crucial", las posturas económicas que mantienen los diferentes países impide el acuerdo sobre las principales causas de la inestabilidad del mercado del crudo.
De la esperanza a la decepción en siete días
Algunos países industrializados, como EEUU, defienden el recorte de las subvenciones sobre los productos derivados del petróleo, y apuntan al desequilibrio entre la oferta y la demanda como la causa principal de la inestabilidad.
Por otro lado, varios países europeos y China han considerado que la inyección masiva de dinero especulativo procedente de los fondos de alto riesgo (hedge fund) es la que está disparando los precios del crudo. A pesar de ello, China firmó el sábado una declaración que llamaba a recortar los subsidios.
La semana comenzaba con la esperanza de plantear soluciones globales a las dos crisis más graves que actualmente afectan a todo el planeta, la crisis alimentaria y la de los carburantes, y termina con la decepción de ver que no será fácil llegar a acuerdos que los remedien.
Si la cumbre de la FAO en Roma ha sido incapaz de concluir algo que sirva para remediar la grave crisis alimentaria que azota el planeta, la cumbre de los responsables de Energía del G8 en Japón ha servido fundamentalmente para poner de manifiesto que también en la crisis de los carburantes los análisis son muy diferentes y, por lo tanto, la posibilidad de atajarla de un modo unánime es difícil.
Nuevo marco para racionalizar el consumo energético
Los responsables de Energía, eso sí, han acordado la necesidad de invertir más dinero, y que se comparta más información entre los países productores y los consumidores. El G8 acuerda además establecer las bases de la llamada Sociedad Internacional para la Cooperación en la Eficiencia de la Energía (IPEEC).
Los términos del acuerdo del IPEEC son aún muy generales, pero se espera que a finales de este año los países participantes concreten los detalles del nuevo marco, que incluirá reuniones al más alto nivel e informes anuales.
Las dos reuniones de Aomori han servido de base para la cumbre que reunirá al G8 en julio en la isla de Hokkaido (norte de Japón), en la que el cambio climático y el aumento de los precios del petróleo y los alimentos estarán en lo más alto de la agenda.