Los críticos con Rajoy
- Esperanza Aguirre y Juan Costa han llegado a barajar la posibilidad de presentarse
- María San Gil ha acusado a Mariano Rajoy de querer cambiar los principios del PP
- Hasta José María Aznar ha cuestionado las decisiones de Rajoy durante la crisis
- Gabriel Elorriaga también se desmarcó de su jefe en un artículo de opinión
- Esperanza Aguirre
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha sido una de las principales voces críticas. Aguirre ha estado, de hecho, jugando al despiste sobre su posible candidatura alternativa a Mariano Rajoy. En el almuerzo-coloquio del Foro ABC, Aguirre criticó abiertamente al líder y dejó la puerta abierta a plantarle cara en el Congreso. "A fecha de hoy, no entra en mis planes. Ahora si hay cambio el primero en saberlo será el presidente de mi partido".
Decía que no entraba en sus planes, pero siempre dejaba la puerta abierta, como en el programa 59'', en el que dijo que nada es "inamovible".
Las palabras de Aguirre asegurando que no le "sorprende" que la socialdemocracia esté más cómoda con Rajoy que con ella, provoca la reacción de Rajoy, que hasta ahora había intentado no entrar en los juegos de la presidenta. Es cuando dijo aquello de "si alguien se quiere ir al partido liberal o conservador, que se vaya". Luego Rajoy rectificó y aseguró que no se refería a ella.
- Juan Costa
El diputado castellonense, ex ministro de Ciencia y Tecnología y redactor del último programa electoral, Juan Costa, ha sido otro de los grandes críticos con Rajoy hasta el punto de plantearse una candidatura alternativa que finalmente no ha presentado por falta de apoyos.
Las palabras más duras se las dijo el mismo Costa a Rajoy en el Comité Ejecutivo Nacional celebrado el 2 de junio. Entonces Costa le dijo que en el Partido Popular "es necesario un nuevo liderazgo integrador y capaz de generar ilusión".
Finalmente, Costa anunció que no se presentaba porque había sido imposible reunir los avales necesarios. Rajoy ha ofrecido a Costa y a Aguirre formar parte de la dirección.
- María San Gil
La todavía presidenta del Partido Popular en el País Vasco hasta el congreso extraordinario de julio, María San Gil, abrió una de las vías de agua más importantes en el casco del PP en mitad del temporal. San Gil abandonó la redacción de la ponencia política por "diferencias de criterio fundamentales".
El documento recogió finalmente las tesis más duras con el nacionalismo que propuso la presidenta vasca, pero ésta argumentó su marcha por la pérdida de confianza en Rajoy al que ha acusado de querer cambiar los principios del partido. San Gil ha afirmado que tuvo que discutir hasta el término nación. Finalmente decidió presentar su dimisión y no presentarse a la reelección.
- Jaime Mayor Oreja
Jaime Mayor Oreja, principal valedor político de María San Gil, se ha mostrado también crítico con Rajoy. "En estas semanas las cosas se han hecho mal, eso es evidente. Todavía estamos a tiempo. María San Gil y yo y otras muchas personas vamos a dar la batalla para que el PP sea una garantía. El centroderecha necesita una única gran opción, pero no a cualquier precio".
- José María Aznar
Fue él el que designó a Rajoy para ser su sucesor a finales de agosto de 2003. A pesar de ello, Aznar se ha sumado a las criticas contra el actual líder popular. Aznar se alineó con los duros e insinuó que el presidente popular quiere cambiar los principios del PP, la misma tesis mantenida por San Gil y Mayor Oreja. "Teníamos un proyecto ambicioso para España. Un proyecto sin complejos: el de una España unida para desarrollar un proyecto común, abierto al mundo, con confianza y vocación de futuro".
Aznar le mandó un mensaje muy directo el 19 de mayo, en plena crisis con San Gil: "Hay que buscar la integración y la suma. Siempre hay que procurar contar con los mejores y además tener la voluntad y la decisión de llamarles y de agruparlos en torno a un gran proyecto".
- Gabriel Elorriaga
Quizá unos de los desmarques más sorprendentes para Rajoy, al margen de la dimisión de San Gil y la baja como afiliado de José Antonio Ortega Lara, fue el de Gabriel Elorriaga, secretario ejecutivo de Comunicación, un hombre de la confianza del líder que también le daba la espalda. Eligió para ello la publicación de un artículo de opinión en el periódico El Mundo, publicado el lunes 26 de mayo.
Elorriaga afirmó en aquel artículo que "Rajoy no está en condiciones de ofrecer un liderazgo renovado, sólido e integrador".
- Francisco Álvarez Cascos
El ex secretario general del PP, Francisco Álvarez Cascos, ha sido otra de las voces discrepantes de las últimas semanas. Cascos ha dicho que "para buscar lo mejor para el PP" es necesario "que el debate político, mirando al futuro, no se haga enterrando por aclamación el análisis del balance y los resultados del pasado y del presente". Ha negado que todo el partido esté con Rajoy, como ha llegado a decir el presidente valenciano, Francismo Camps, y ha subrayado que lo primero es que se llame "derrotas a las derrotas y victorias a las victorias".
- Eduardo Zaplana
El ex portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Eduardo Zaplana, anunció primero que dejaba el cargo para ser "diputado raso" y facilitar la "renovación" y luego dejó el escaño para fichar por Telefónica con un contrato millonario. No ha criticado a Rajoy en público, aunque se ha dicho que tanto él como Acebes estaban molestos con el líder por decir que a partir de ahora haría su equipo, como si ellos no hubieran formado parte de él durante los últimos cuatro años.
- Ángel Acebes
El todavía secretario general del PP, Ángel Acebes, también ha decidido dejar la dirección, aunque sin abandonar el Congreso. "Le he dicho al presidente que no cuente conmigo para esta nueva etapa". La marcha de Zaplana y Acebes ha dejado a Rajoy las manos más libres para crear un nuevo equipo con un perfil más moderado. Rajoy es consciente de que muchos ciudadanos identifican a Zaplana y Acebes con las caras del 11-M del PP.
- Gustavo de Arístegui
El portavoz de Exteriores del Partido Popular en el Congreso, Gustavo de Arístegui, ha acusado a Rajoy de "gestionar mal" la crisis, de forma que lo que era una "crisis política" se ha convertido en una "crisis de principios y de ideología". Arístegui era partidario de que el actual líder de la derecha hiciera público su equipo antes del Congreso, ya que si tuviera de 'numero dos' a "Chikilicuatre y su guitarra" no obtendría el apoyo.