El ex inspector del caso Madeleine cree que los McCann congelaron el cadáver y lo escondieron
- Los abogados de los padres de Madeleine estudian el libro del ex policía para denunciarle
- El ex inspector mantiene que la teoría del rapto fue "forzada" por los padres
- Ha presentado el libro 'Maddie, la verdad de la mentira'
Enlaces relacionados
El ex inspector del caso Madeleine, Gonçalo Amaral, ha expresado su convencimiento de que el cadáver de la niña británica desaparecida fue congelado y escondido probablemente por sus padres, según asegura en una entrevista al diario luso Correio da Manha.
Amaral, que fue apartado del caso el pasado octubre y luego se jubiló, defiende estas tesis en su libro 'Maddie, la verdad de la mentira', con el que pretende arrojar luz en torno a lo que ocurrió en el apartamento de Praia da Luz el 3 de mayo de 2007 donde, según él, Madeleine falleció accidentalmente el mismo día en que se denunció su ausencia.
Además, descarta nuevamente la tesis del secuestro de la niña y asegura que fue un montaje basado sobre todo en testimonios falsos de la madre, Kate McCann, y de su amiga, Jane Tanner.
Amaral considera probado por la investigación que Tanner mintió al contar que había visto a un hombre cerca del apartamento con una niña en brazos la noche del 3 de mayo de 2007, cuando Madeleine desapareció en un apartamento turístico del sur de Portugal.
Tampoco dijo la verdad la madre, según el ex policía, al afirmar que cuando llegó a la habitación donde dormía Madeleine la ventana estaba abierta, algo que según otros testimonios y las únicas huellas allí encontradas, de la propia Kate McCann, era imposible.
En sus declaraciones vuelve a señalar diversos comportamientos sospechosos de los progenitores de Madeleine, en particular que Kate McCann, al descubrir su ausencia, dejara el apartamento con la ventana supuestamente abierta mientras sus otros dos hijos de 2 años dormían allí, además en una noche fría, para volver al restaurante gritando que se habían llevado a Madeleine.
"La teoría de rapto fue forzada por los padres", subraya y recuerda que una familia irlandesa declaró haber visto aquella noche a Gerry McCann con una niña en brazos cerca del apartamento, pero caminando hacia la playa y no hacia la casa de Robert Murat, como aseguró Tanner.
Amaral asegura que Murat, el tercer sospechoso oficial del caso también exculpado el lunes por la Fiscalía, fue identificado por la amiga de los McCann con una certeza total. En cambio el testimonio de la familia irlandesa que involucra al padre de Madeleine no fue ratificado porque, según Amaral, se sintieron "presionados" por el equipo de asesores de la familia McCann.
Restos en el maletero
En relación a sus pesquisas admite que no lograron encontrar rastros de dónde pudo ser finalmente ocultado el cuerpo de Madeleine, pero sostiene que debió ser congelado y transportado en el maletero del automóvil alquilado por los McCann casi un mes después de la desaparición de su hija.
Con el calor, el cadáver congelado pudo dejar los residuos que luego identificaron en el vehículo dos perros especialmente entrenados que facilitó la Policía británica.
Según testigos citados por el ex investigador luso, la familia McCann tuvo abierto ese maletero para que se ventilara y alegó que habían transportado en él basura y carne congelada, olores que sin embargo no podían confundir a dos perros muy especializados, de acuerdo con sus entrenadores ingleses.
Los McCann barajan acciones legales
Los McCann estudian emprender acciones legales contra el ex inspector de la Policía portuguesa encargado del caso Madeleine, Gonçalo Amaral, si se determina que en su libro se mantiene la teoría de que el matrimonio está detrás de la desaparición de la niña.
Amaral, que fue apartado del caso el pasado octubre y luego se jubiló, ha presentado su libro 'Maddie, la verdad de la mentira', con el que pretende arrojar luz en torno a lo que ocurrió en el apartamento de Praia da Luz el 3 de mayo de 2007 donde, según él, Madeleine falleció accidentalmente el mismo día en que se denunció su ausencia.
El portavoz de los McCann -que fueron exculpados hace unos días por la Justicia portuguesa al cerrar el caso- ha subrayado que los abogados están estudiando el libro como una "cuestión de urgencia" para determinar los pasos a adoptar en caso de que "dé a entender de alguna manera, ya sea directa como indirectamente, que Kate y Gerry están detrás de la desaparición o de algún daño a su hija".