La Campus Party 2008 demuestra que puede convertirse en un referente informático
- Durante seis días, 8973 han participado en las 10 áreas de trabajo
- La Campus Party trata de evolucionar de reunión de frikis a centro de innovación
Ya ha terminado. Han sido seis días. 8973 participantes. 10 áreas de trabajo. Conferencias con nombres de postín. Decenas de talleres. Cientos de actividades. Competiciones. Horas de juego. De descarga.
Son datos que deja la edición de 2008 de la Campus Party. Pero más allá de las cifras, la impresión que transmite es que la evolución que buscan sus organizadores es posible.
Campus Party nació como 'la fiesta de la descarga', explicaba un miembro de la organización estos días. Ahora, trata de convertirse en un lugar de innovación tecnológica, de intercambio de ideas, de búsqueda de talento, a la vanguardia... Un imán para "super usuarios", jóvenes que hoy crean un sencillo robot o desarrollan un software rudimentario y mañana quizá estén dirigiendo las áreas de I+D de las principales compañías de nuevas tecnologías. O incluso creen sus propias start-up.
En el zurrón de la Campus Party de 2008 nos llevamos las conferencias de Tim Berners-Lee, John Maddog Hall, Régine Debatty o Rasmus Lerdorf; la presencia creciente de mujeres entre los cables; el triunfo total de Enjuto Mojamuto y la concesión del 'Enjuto de Oro'; la creatividad siempre llamativa de los mods; los nuevos prototipos de gadgets; los robots creados por empresas y campuseros; una nueva edición latinoamericana de la Campus...
Pero sobre todo, nos llevamos la ilusión de que, tal vez, además de en lo deportivo, España puede ser puntera en desarrollo tecnológico y progreso informático.