Bush reclama libertad de expresión y religiosa horas antes del inicio de los JJ.OO.
- El presidente de EE.UU asistirá a la inauguración de los Juegos Olímpicos
- Destaca que Pekín y Washington "han de seguir dialogando"
- Se ha mostrado menos crítico con China que en su intervención reciente en Tailandia
- Resalta la colaboración de ambos países en la desnuclearización de Corea del Norte
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El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, ha puesto de manifiesto la necesidad de libertad de expresión y religiosa en Pekín, el mismo día de la inauguración de los Juegos Olímpicos a la que él asistirá.
En un discurso pronunciado en la apertura de la nueva Embajada de EEUU en Pekín, el líder norteamericano ha señalado que Pekín y Washington han de seguir dialogando, y que en ese diálogo "seremos honestos en la creencia de que todo el mundo debe tener libertad de decir lo que piensa y rezar lo que elija".
"Las sociedades en las que se permite la libertad de expresión de ideas tienden a ser las más prósperas y pacíficas", ha añadido Bush, en clara alusión al Gobierno chino, criticado por grupos pro derechos humanos debido a la persecución a disidentes y el férreo control estatal de las religiones.
Sarkozy asistirá también a la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos en calidad de presidente francés y del Consejo Europeo. Se reunirá con el presidente, Hu Jintao y con el primer ministro, Wen Jiabao. Con ellos hablará de derechos humanos y de la situación de los disidentes, según ha confirmado el ex primer ministro francés Jean-Pierre Raffarin.
Bush se ha mostrado en su discurso, no obstante, menos crítico que en su intervención ayer en Bangkok (Tailandia), donde manifestó su "profunda preocupación" por la situación de los derechos humanos en China y condenó la "tiranía" de Birmania, país que tiene en Pekín a uno de sus escasos aliados. Estas declaraciones no han gustado al país asiático, que ha criticiado al presidente estadounidense por entrometerse en asuntos internos.
En lugar de ello, el presidente estadounidense ha señalado en su primera actividad oficial en Pekín que China y EE.UU "han construido una fuerte relación", y ha elogiado al país asiático por "haber abierto su economía y liberado el espíritu emprendedor de su pueblo".
"EEUU continuará apoyando a China en su camino hacia una economía libre", ha destacado en su discurso, en el que ha recordado la cooperación de Washington y Pekín en asuntos como la desnuclearización de Corea del Norte o la investigación sanitaria.
Bush estará en la inauguración
Bush llegó en la noche del jueves a Pekín, para asistir este viernes a la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos, acto al que acuden jefes de Estado, Gobierno y miembros de familias reales de un centenar de países.
El mandatario norteamericano ha destacado en su discurso en la embajada que su asistencia -criticada por algunos defensores de los derechos humanos que pedían el boicot a la inauguración- "es un honor, y estoy deseando poder ver a los atletas".
Además de a la ceremonia de apertura, el presidente estadounidense asistirá este fin de semana al partido de baloncesto entre China y Estados Unidos, uno de los duelos más esperados por los aficionados pequineses.
Los derechos humanos en China
La situación de los derechos humanos en China ya cobró protagonismo en la reciente reunión en Washington de Bush con varios disidentes chinos, entre ellos la independentista uigur Rabiya Kadeer (que fue nominada hace dos años al Nobel de la Paz), un encuentro que despertó las iras de Pekín.
China, centrada estos días en la seguridad durante los JJOO y en la recepción de centenares de miles de visitantes, ha decidido adoptar una postura moderada ante las palabras y acciones de Bush, aunque ayer el Ministerio de Asuntos Exteriores chino comentó las palabras del presidente estadounidense en Bangkok.