El piloto de Spanair dijo a la torre que estaba listo para despegar y no comunicó ningún problema
- Según ha revelado TVE, el avión levantó el vuelo unos 10 ó 15 metros
- Los investigadores descartan que el piloto estuviese fatigado
- Diez minutos antes, recargaron el avión por el combustible consumido en el primer intento
La última conversación del piloto del vuelo JK5022 de Spanair con la torre de control de Barajas momentos antes del siniestro fue para decir que estaba listo para despegar, sin que comunicara ningún problema tras esa primera avería previa en el termostato, según ha revelado TVE.
Según fuentes cercanas a la investigación consultadas por TVE, desde la torre de control se preguntó al piloto si estaba preparado para despegar y dijo que sí, tal y como ha declarado uno de los diez controladores aéreos interrogados por la Guardia Civil.
Ésta fue la última comunicación antes del accidente del piloto con los controladores, a los que no se les informó de ningún problema previo antes de despegar, según las citadas fuentes. De hecho, los controladores se enteraron del siniestro, unos al ver la columna de humo y otros por otro piloto que iba a aterrizar y vio por la ventanilla el aparato incendiado.
Otro dato que ha revelado TVE sobre la investigación es que a las 14.13 horas, diez minutos antes del accidente, recargaron el avión por el combustible que podía haber gastado en su primer intento de despegue.
También se ha podido saber que el avión levantó el vuelo unos 10 ó 15 metros y después los pilotos perdieron el control.
Además, los investigadores descartan que el piloto pudiera estar fatigado porque llevaba trabajadas menos de 40 horas en lo que iba de mes, unas dos horas por día.
Comisión de investigación
La comisión de investigación del accidente reveló ayer algunos datos sobre la misma a través de su secretario, Francisco Javier Soto. Éste explicó que las investigaciones preliminares desvelan que "no hay marcas de neumáticos en la pista, no hay señales de impacto" y que las marcas, sin embargo, sí que se pudieron observar en la "franja", la zona "aledaña" a la pista, donde fue a parar el avión siniestrado.
Según la investigación, "el impacto en primer lugar en el suelo se produjo con la zona de la cola, que se desprendió". Según Soto, después de esto el avión siguió avanzando ya que se aprecia "que el movimiento en el suelo se extendió aproximadamente 1.200 metros hasta su detención en la zona de un arroyo". Previamente el avión dio "tres saltos" debido a la existencia de "desniveles" en el terreno.