Las primeras colisiones en el gran acelerador de hadrones se producirán en octubre
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Con el encendido del gran acelerador de hadrones (LHC) del laboratorio europeo de física de partículas (CERN) en Ginebra comienza un largo viaje de investigación que permitirá conocer mejor las propiedades de la materia y cómo se originó el universo. El siguiente hito en el camino es la inauguración oficial del acelerador prevista para el mes que viene.
- 21 de octubre de 2008: En un acto oficial se inagurará el LHC con la asistencia de personalidades políticas y científicas. En esta fecha comenzarán las colisiones de protones y el funcionamiento del acelerador será continuo. Un físico español que trabaja en el CERN, Pablo Martínez, explica que los 27 kilómetros del LHC están en "un vacío más absoluto que el del espacio y con una temperatura muy próxima al cero absoluto". Esto significa que parar y volver a encender el acelerador es un "proceso muy costoso", por lo que funciona "como una nevera que está siempre puesta", ya que apagarla y encenderla consumiría más energía.
- Diciembre de 2008: Se producirá una parada técnica del acelerador, necesaria no sólo para analizar los datos físicos sino para "entender la máquina del LHC, calibrar y alinear los detectores y subsistemas informáticos" que es una parte importante del proceso. Martínez compara el acelerador con un coche de carreras "una vez que está construido, se monta el piloto y hay que empezar a realizar ajustes para mejorar el rendimiento". Este cese de actividad se produce siempre en los meses de invierno que coinciden con un mayor consumo energético y la energía tiene un precio más alto.
- Febrero-Marzo de 2009: El LHC volverá a ponerse en marcha hasta la nueva parada técnica. Estos intervalos sin actividad son el procedimiento habitual que se sigue también en aceleradores de partículas más pequeños que funcionan en otros lugares. El suministro eléctrico del LHC está protegido con fuertes medidas de seguridad y no se pararía por una bajada de tensión en la red. El acelerador acumula mucha energía para mantener la presión adecuada y también energía magnética de los detectores. Martínez asegura que si fuera necesaria una parada de emergencia "se haría de forma controlada para que no se produzca una explosión" y confirma que "al mínimo atisbo de que algo pueda ir mal, se activan los sistemas de emergencia".