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Todas las voces del conflicto vasco hablan en 'La casa de mi padre'

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Trailer de 'La casa de mi padre'

Todas las voces del conflicto vasco tienen su espacio en La casa de mi padre, la opera prima del donostiarra Gorka Merchán, que ha concentrado en hora y media gran parte de lo que lleva ocurriendo en las calles de Euskadi y en el corazón de los vascos desde hace varias décadas.

"No he querido contar nada nuevo, pero sí dar ese pequeño lugar a todos", ha asegurado Merchán a un grupo de periodistas tras la proyección de la película, programada en la sección del Día del Cine Vasco del Festival de San Sebastián y protagonizada por Carmelo Gómez, Juan José Ballesta, Verónica Echegui y Emma Suárez.

Éste es el segundo título que aborda el problema vasco en esta 56ª edición del Zinemaldia, tras la proyección de Tiro en la cabeza, la película de Jaime Rosales que recrea el asesinato de los guardias civiles Raúl Centeno y Fernando Trapero y que ha provocado una controversia artística y política.

Merchán espera que estos dos filmes abran las puertas a otros, pues considera que "una parte para solucionar los problemas es ponerlos encima de la mesa" y con este "tema tabú" piensa que no se ha hecho lo suficiente.

Un exiliado vasco vuelve para ver morir a su hermano

Txomin Garai (Carmelo Gómez), un industrial vasco amenazado que se trasladó a Argentina con su mujer y su hija pequeña tras negarse a pagar el llamado impuesto revolucionario, regresa diez años después a su tierra para despedir a su hermano moribundo, cuyas ideas políticas se encuentran en las antípodas de las suyas.

A partir de ahí aflorarán los sentimientos, que cada personaje vivirá de una forma distinta, desde el sosiego al odio, mientras en las calles de Euskadi se queman cajeros y autobuses, ETA comete varios atentados, se homenajea a un preso muerto en la cárcel y se hostiga a un periodista con pancartas ante su casa.

Garai, en su juventud buen pelotari aficionado, hará del frontón la herramienta para intentar acercarse a su sobrino huérfano (Juan José Ballesta), un muchacho afín a los jóvenes de la kale borroka.

El periodista López Lacalle inspira un personaje

Merchán ha rodado en varios lugares de Guipúzcoa -Hernani, Fuenterrabía, Pasajes de San Juan o Tolosa- para construir un pueblo imaginario, en el que ha situado a unos personajes perfilados a partir de sus encuentros con personas que han vivido el drama del problema vasco.

Asegura que no han querido acercarse tanto a las personas reales como para que se las pueda poner nombre, aunque admite que es inevitable identificar al columnista de El Mundo José Luis López de Lacalle con Germán, un periodista que interpreta Álex Angulo.

"Sí, ésa puede que sea la referencia más clara", explica Merchán, quien se entrevistó con el hijo de López de Lacalle como con muchas otras víctimas para documentarse. "Gracias a ellos mi trabajo ha podido ser mejor".

Para meterse en la piel de Garai, Carmelo Gómez habló con un policía y su familia, "que se sienten muy vascos y muy jodidos por haber tenido que abandonar Euskadi".

ETA vuelve a estar de actualidad cinematográfica

Ballesta visitó herriko tabernas y ambientes abertzales radicales para conocer más su personaje, aunque en este caso no explicó que preparaba una película.

Gómez señala que el filme de Merchán "no dice nada que no se sepa", pero asegura que "lo novedoso" de La casa de mi padre es que Merchán quiera hablar de ello.

"Desde Días contados apenas se han vuelto a hacer películas sobre el problema y ahora en poco tiempo se han hecho tres. Hay gente que habla, que quiere solucionarlo, que está dispuesta a reaccionar. Eso antes era casi impensable", subraya.

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