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Los dos etarras detenidos en Francia tenían un manual y material para fabricar bombas

  • También llevaban documentación falsa de guardias civiles, armas y dinero
  • La Policía cree que formaban un comando que planeaba entrar en España
  • Habían robado dos coches a los que colocaron matrículas falsas

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Los dos presuntos miembros de ETAdetenidos el pasado martes en Francia, Unai Fano y María Lizarraga, tenían en su poder un manual para manipular artefactos explosivos, un temporizador y un detonador, según fuentes de la investigación. También llevaban documentación falsificada de guardias civiles, dinero y armas; lo que hace pensar a la Policía española que formaban un comando que planeaba entrar en España.

El día antes a la detención, la policía local alertó a la Subdirección Antiterrorista (SDAT) de que habían sido localizados en una zona boscosa del departamento de Loira una tienda de campaña y dos vehículos sospechosos de estar relacionados con militantes de ETA. A las 7:50 horas del martes eran detenidos Fano y Lizarraga, que inmediatamente se identificaron como miembros de ETA, negándose a realizar cualquier otra aclaración, ni siquiera sus verdaderas identidades.

En el registro de la tienda de campaña y de los dos vehículos, los agentes franceses encontraron cinco DNI falsos y dos tarjetas profesionales de la Guardia Civil con la fotografía de Fano. Asimiso se incautaron de cuatro documentos de identidad, también españoles, y otros dos carnets del Instituto Armado, con la fotografía de María Lizarraga. También poseían un manual para montar bombas, un temporizador y un detonador, estos dos últimos elementos en el Opel Zafira.

Armas y 2.000 euros en efectivo

Cada uno de los detenidos tenía un revólver la marca Smith & Wesson con números de serie que han permitido concluir que pertenecen a la partida de 300 de estas armas cortas robadas el 23 de octubre de 2006 en la empresa Sidam, con sede en Vauvert. Además, entre las pertenencias de ambos terroristas se encontraron alrededor de 2.000 euros en efectivo.

Uno de los hallazgos que más intriga a los investigadores es el de los coches. Los dos tenían matrículas falsas, pero la numeración de las placas que los terroristas les habían colocado no se correspondían con los modelos originales y en sus maleteros había otros juegos falsos.

Además, mientras el Volkswagen Polo había sido robado en el departamento de Allier, colindante con el de Loira, donde se produjeron las detenciones, el Opel Zafira había sido sustraído el 11 de enero a cientos de kilómetros de allí. Los dos coches habían sido robados al dejarlos los dueños con las llaves puestas.