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Livni suma al Partido Laborista de Israel a su futuro Gobierno

  • A la líder del gobernante Kadima le faltan 13 diputados para la mayoría absoluta
  • Tiene hasta principios de noviembre para lograr formar su Gobierno
  • También negociará con los ultraortodoxo Shas y el Partido de los Jubilados
  • Las negociaciones con los laboristas se han prolongado durante 17 horas
  • Barak ostentaría en el Gobierno el cargo creado ad hoc de "destacado viceprimer ministro"

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La ministra israelí de Exteriores y presidenta del gobernante Kadima, Tzipi Livni, ha alcanzado esta tarde con el Partido Laborista de Ehud Barak un acuerdo para la entrada de esa formación en la nueva coalición de Gobierno. La sucesora del todavía primer ministro en funciones Ehud Olmert -forzado a dimitir por escándalos de corrupción- también buscará un acuerdo con los ultraortodoxos antes de noviembre.

El pacto con el Partido Laborista fue rubricado por el diputado del Kadima Tzahi Hanegbi y el representante laborista Efi Oshaya, tras 17 horas de negociaciones, y antes de que comenzara la festividad judía de "Sucot" o de los "Tabernáculos", con la que los judíos recuerdan su paso por el desierto tras su salida del Egipto faraónico.

Equipos de ambas formaciones ultimaron anoche los detalles de la negociación, aunque aún continuará el diálogo sobre varias cuestiones pendientes antes de que Livni y Barak rubriquen tras la festividad judía la versión final del documento, que los hará socios del nuevo Ejecutivo.

Livni fue encargada por el presidente del Estado, Simón Peres, a formar gobierno tras resultar electa presidenta del Kadima el mes pasado, en sustitución del primer ministro, Ehud Olmert, que dimitió de ese cargo al verse inmerso en varios escándalos de corrupción.

Barak, viceprimer ministro

Barak ha aceptado la mayor parte de las cláusulas para su incorporación a la coalición, aunque ha solicitado cambios en algunos puntos, entre los que se incluye el limitar las prerrogativas del actual ministro de Justicia, Daniel Friedman.

Según la prensa local, Barak ostentaría en el nuevo Gobierno el cargo creado ad hoc de "destacado viceprimer ministro", estará involucrado en las negociaciones con Siria, y también podrá vetar que ciertas cuestiones sean elevadas ante el gabinete de seguridad.

Así las cosas, con el Laborismo a bordo Livni ha recorrido el 80% de la travesía hacia a la jefatura de Gobierno, y le faltan sólo 13 diputados para alcanzar la mayoría absoluta de 61 de los 120 escaños del Parlamento israelí (Kneset). Para acometer tal objetivo tiene, según la legislación, como fecha límite hasta principios de noviembre.

La combinación que vislumbra es la misma de su predecesor y aún primer ministro en funciones, Ehud Olmert: 29 diputados del Kadima, 19 laboristas, 12 del partido ultra-ortodoxo sefardí Shas y cuatro del Partido de los Jubilados, en total 64. Es su opción preferida porque, con un gobierno continuista, Livni se reservaría a la izquierda pacifista en caso de necesidad.

La reedición de la actual coalición de gobierno depende en gran medida de si Shas mantiene sus exigencias de aumento de las ayudas para las familias numerosas y reitera su rechazo a la negociación sobre Jerusalén en las negociaciones de paz con los palestinos.

Si logra consolidar un gobierno se convertiría en la segunda primera ministra en los sesenta años de historia del Estado de Israel, tras la mítica Golda Meir, que llevó las riendas del Ejecutivo entre 1969 y 1974.