Un jurado militar de Guantánamo condena a cadena perpetua al ex secretario de prensa de Osama Bin Laden
- La sentencia se conocerá en las próximas horas y podría condenarle a perpetua
- Ali Hamza al Bahlul está acusado de prestar apoyo material al terrorismo
- También ha sido hallado culpable de contratar a terceros para cometer asesinatos
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Un jurado militar de Guantánamo ha declarado culpable a Ali Hamza al Bahlul, ex secretario de Prensa de Osama Bin Laden, de prestar apoyo material al terrorismo y de contratar a terceros para cometer asesinatos y lo ha condenado a cadena perpetua.
El yemení, de 39 años, ha sido juzgado en el segundo juicio por crímenes de guerra llevado a cabo por EEUU desde la Segunda Guerra Mundial.
En el primer juicio por crímenes de guerra, que tuvo lugar en agosto, el tribunal militar de Guantánamo condenó a cinco años y medio de cárcel a Salim Hamdan, ex conductor de Osama Bin Laden, por haber prestado apoyo material al terrorismo.
El jurado del caso de Ali Hamza al Bahlul, que estuvo formado por nueve oficiales militares, llegó al veredicto después de cuatro horas de deliberaciones.
El veredicto fue alcanzado el viernes a última hora, pero no se hizo público hasta este lunes.
El juicio de Ali Hamza al Bahlul se celebró a lo largo de una semana en las polémicas comisiones militares, creadas por el Gobierno del presidente George W. Bush para juzgar fuera de las cortes civiles y militares ordinarias los casos relacionados con terrorismo tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Puede ser condenado a perpetua
El yemení podría afrontar una pena de cadena perpetua, según fuentes del Departamento de Defensa.
La Fiscalía acusaba a Ali Hamza al Bahlul de conspirar, encargar a terceros asesinatos y prestar apoyo material al terrorismo.
Agentes del FBI que le habían interrogado testificaron durante el juicio que el yemení escribió el guión del vídeo que recogía la última voluntad de los secuestradores de los aviones de los atentados del 11-S y que hizo una campaña comercial de dos horas sobre Al Qaeda para reclutar a militantes.
Las pruebas del Gobierno no fueron refutadas por la parte acusada, porque a Ali Hamza al Bahlul no le fue permitido defenderse a sí mismo y el detenido intentó despedir a su abogado militar por considerarlo su enemigo.
En este sentido, su abogado siguió la solicitud de su cliente de no defender sus actos.