Localizan el cuerpo de la montañera sepultada por un alud de nieve en Benasque, en Huesca

• El pasado 7 de diciembre se vio sorprendida por un alud en el pico Salvaguardia
• En las tareas de rescate han participado más de medio centenar de especialistas
• El cadáver ha aparecido a 4,5 metros de profundidad
• Las tareas se han complicado por el riesgo de aludes en la zona

Localizan su cuerpo tras 48 horas de búsqueda. El cadáver de la montañera catalana, de 34 años, que quedó sepultada el pasado día 7 por un alud de nieve en Benasque (Huesca) ha aparecido este martes a las 14.00 horas.

La nieve sorprendió a Susna M., vecina de Barcelona, cuando paseaba por una de las laderas del pico de Salvaguardia. Según han informado a Efe fuentes del operativo de rescate, el cuerpo ha sido localizado a unos 4,5 metros de profundidad.

En las tareas de búsqueda participaban 26 miembros de la Unidad Militar de Emergencias (UME) con base en Zaragoza y más de treinta especialistas de la Guardia Civil, provistos de seis perros especializados en el rastreo de personas en avalanchas y apoyados desde el aire por el helicóptero del Cuerpo.

El cuerpo de la joven ha sido evacuado posteriormente al depósito de cadáveres de Boltaña, cabeza del partido judicial al que corresponde la localidad altoaragonesa de Benasque.

Las labores de búsqueda se han visto complicadas en estos tres días pasados por el progresivo empeoramiento de las condiciones climatológicas y el riesgo de aludes existente en la zona, con continuas avalanchas que han originado situaciones de peligro para los miembros del equipo de salvamento.

Los especialistas habían optado este martes, tras rastrear toda la superficie afectada por el alud, por excavar zanjas en la lengua de la avalancha para profundizar más en la nieve y tratar de localizar el cuerpo de la montañera desaparecida.

La montañera -cuya desaparición fue comunicada a la Guardia Civil sobre las 13.45 horas del día 7 por su marido, que la acompañaba en el paseo- se vio sorprendida por un alud de unos 400 metros de frente, que la arrastró hasta dejarla sepultada bajo un espeso manto de nieve.

La fallecida y su marido se encontraban pasando en la zona el puente festivo de la Constitución, y son asiduos visitantes del Pirineo oscense.