General Motors fabricará 250.000 coches menos en el primer trimestre de 2009
- Supone la suspensión de un tercio de su producción
- GM asegura que se debe a la fuerta caída de la demanda y la caída del plan de rescate
- Afectará a plantas en México, Estados Unidos y Canadá.
General Motors ha anunciado que fabricará 250.000 vehículos menos de lo calculado en el primer trimestre del 2009, lo que ha calificado como una "significante reducción", ante la fuerte caída de la demanda.
La medida, anunciada mediante un comunicado, supondrá que GM parará casi un tercio de su capacidad de producción en Norteamérica.
El anuncio se produce cuando el Senado estadounidense ha bloqueado el proyecto de ley que otorgaría a GM ayuda financiera por 10.000 millones de dólares, de los que 4.000 los necesita de manera urgente para mantener sus operaciones hasta finales de año.
En este sentido, el Departamento del Tesoro ha asegurado que rescatará a las empresas automovilísticas. Asimismo, la Casa Blanca ha asegurado que podría echar mano del plan de rescate de la industria financiera de 700.000 millones de dólares para ayudar a las compañías automovilísticas, algo a lo que se había negado hasta ahora.
Plantas de México, EE.UU. y Canadá
La suspensión del 30% de la capacidad productora de GM afectará a plantas en México, Estados Unidos y Canadá.
En México, las plantas afectadas son Silao, Ramos 2 y San Luis Potosi.
En Canadá, Oshawa Consolidated, Oshawa Truck y CAMI.
"La velocidad y gravedad del declive del mercado del automóvil en EE.UU. en las recientes semanas ha sido sin precedentes en recientes semanas a medida que los consumidores asumen el colapso de los mercados financieros y la resultante falta de crédito para la financiación de vehículos", ha afirmado GM a través de un comunicado.
Negativa del Senado
El plan para de rescate de 14.000 millones de dólares de la industria del automóvil de Estados Unidos se ha derrumbado este miércoles, horas después de que el presidente de esa rama del Congreso anunciara un principio de acuerdo.
Fuentes legislativas han asegurado que el plan llegó a un punto muerto cuando los sindicatos de la industria rechazaron demandas republicanas de aceptar una reducción inmediata de salarios.
Por su parte, el presidente electo de EE.UU., Barack Obama, ha mostrado su decepción ante la caída del plan y ha manifestado su deseo de que la Administración y el Congreso encuentren el camino para salvar el sector automovilístico.