El Pentágono prepara ya el plan para el cierre de Guantánamo
- Robert Gates cumple los deseos del presidente electo, Barack Obama
- Ha encargado a su equipo un informe con propuestas para cerrar la prisión
- Quiere una propuesta sobre cómo cerrarla y qué requerirá el cierre y el traslado de presos
- También debe saberse cómo garantizar la protección de los estadounidenses
El secretario de Defensa de EEUU, Robert Gates, ha encargado a su equipo un informe con propuestas para cerrar la prisión de la base naval estadounidense en Guantánamo (Cuba), tal y como quiere el presidente electo Barack Obama.
El portavoz del Pentágono, Geoff Morrell, ha informado de que Gates "ha pedido a su equipo una propuesta sobre cómo cerrarla, qué requeriría específicamente el cierre y el traslado de los detenidos de la prisión, mientras que, a la vez, se garantice la protección de los estadounidenses de unos tipos muy peligrosos".
Gates, nombrado por George W. Bush y que seguirá al frente del Departamento de Defensa bajo el Gobierno del presidente electo de EEUU, Barack Obama, quiere estar preparado para poder entregar a su próximo jefe un plan para clausurar la controvertida prisión en Cuba.
"El presidente electo ha dejado muy claro durante la campaña que desea resolver este tema en una fase temprana de su mandato, de manera que el secretario quiere estar preparado para ayudarlo a la hora de encontrar una solución a este problema tan espinoso", ha explicado Morrell.
De hecho, Obama ha puesto el cierre de la prisión en Guantánamo y el fin del uso de la tortura como unas de las metas a alcanzar antes de las elecciones legislativas de noviembre de 2010, según dijo en una entrevista con la revista Time.
También ha afirmado que quiere cerrar Guantánamo "de una manera responsable" y "restaurar el equilibrio entre las exigencias" de la seguridad y la Constitución del país.
Bush no lo resolvió
El Gobierno del presidente George W. Bush ha analizado también este difícil asunto, pero no ha podido resolver cuestiones complicadas como qué hacer con los presos que no pueden ser transferidos a sus países de origen por correr el peligro de ser torturados y no hay terceros que los quieran acoger.
Washington tampoco quiere trasladarlos a territorio estadounidense, porque considera que constituyen un peligro para la población si fueran absueltos o condenados a relativamente pocos años y puestos en libertad después.
Actualmente, hay unos 250 detenidos en Guantánamo que están encerrados de forma indefinida sin cargos.