Un tribunal de Lombardía anula la prohibición de desconectar a Eluana

• El gobierno de esta región italiana lo prohibía a través de una circular
• El Supremo ya le había dado la razón a la familia, que quiere desconectarla
• Sin embargo, sigue vigente la circular del Ministerio de Sanidad que prohíbe la desconexión

El tribunal administrativo de Lombardía ha decidido anular la circular de las autoridades de esta región italiana que prohibía a los centros médicos regionales desconectar a Eluana Englaro, una mujer en coma irreversible desde 1992.

El tribunal ha aceptado así el recurso presentado por Giuseppe Englaro, el padre de la mujer en coma, contra la orden emitida el pasado 3 de septiembre y en la que se prohibía a todos los centros públicos o privados de la región que retirasen la alimentación asistida a sus pacientes.

El veto del presidente de la región, Roberto Formigoni, llegó después de que el Tribunal de Apelación de Milán, capital de Lombardía, autorizase a desconcertar a Eluana Englaro. Una sentencia que ratificó después en noviembre el Tribunal Supremo.

Derecho constitucional

"El derecho constitucional a rechazar cualquier tipo de cuidados médicos, como describe el Tribunal Supremo, es un derecho de libertad absoluta", se lee en el fallo del tribunal administrativo.

"Estamos muy satisfechos porque esta sentencia confirma la legitimidad de Giuseppe Englaro para que se cumpla la sentencia del Supremo", ha explicado el abogado Vittorio Angiolini.

El fallo significa un nuevo apoyo a favor de la familia Englaro en su lucha judicial para obtener poder desconectar a su hija, que se encuentra en estado vegetativo permanente desde 1992, cuando sufrió un accidente de tráfico.

La circular de Sanidad sigue vigente

No obstante, la sentencia será poco influyente ya que el Ministerio de Sanidad envió una circular el pasado 17 de diciembre a todas las regiones en la que se prohíbe a cualquier centro médico público o privado que se interrumpa la alimentación a pacientes en estado vegetativo.

Una prohibición que, ante las posibles repercusiones, hizo dar marcha atrás a una clínica de Udine (norte de Italia) que en un principio se había mostrado dispuesta a ayudar a morir a Eluana Englaro.

La clínica Quiete de la misma ciudad se ha mostrado dispuesta a desconectar la sonda que mantiene con vida a Eluana Englaro.