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Concluye la campaña más "polarizada" para las elecciones presidenciales en El Salvador

  • La ley salvadoreña deja tres días de reflexión antes de las elecciones el domingo
  • La derecha en el poder advierte del "peligro" de un gobierno socialista al modo de Chávez
  • Los sondeos dan ventaja al FMLN, la antiuga guerrilla, por primera vez con opciones reales

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Concluye la campaña en el El Salvador

La campaña para los comicios presidenciales del próximo domingo en El Salvador ha concluido este miércoles tras una dura pugna entre sus dos únicos contrincantes, Rodrigo Ávila, de la derechista y gobernante ARENA, y Mauricio Funes, del izquierdista y ex guerrillero FMLN, que puede conseguir una victoria histórica.

Las elecciones, de las que las saldrá el sustituto de Elías Antonio Saca, que concluye el único mandato permitido por la ley, se presentan muy igualadas después de que en enero el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) se convirtiera en la primera fuerza política del país en las municipales y legislativas.

La ley electoral de El Salvador, uno de los países más pobres de América Latina, deja ahora tres jornadas de reflexión aunque los actos más multitudinarios de cierre de campaña se celebraron ya el pasado fin de semana.

El FMLN, que se reconvirtió en partido al término de una sangrienta guerra civil en 1992, realizó el sábado en una de las principales calles de San Salvador una concentración de más de 200.000 personas en la que Funes auguró una "aplastante" victoria sobre ARENA, que gobierna al país desde 1989.

Por su parte, ARENA, con sus aliados el Partido Demócrata Cristiano y el Partido de Conciliación Nacional (PCN), ambos de derecha y cuyas cúpulas retiraron a sus candidatos de la contienda, cerraron filas el domingo para pedir el voto a favor de Ávila y así evitar el "peligro" de que el FMLN instaure el socialismo del siglo XXI en el país, a ejemplo de Hugo Chávez en Venezuela. Al acto final de ARENA, realizado en el estadio Cuscatlán de San Salvador, asistieron más de 70.000 personas, según los organizadores.

Desde el estrado, los oradores reafirmaron el eje central de su campaña, que se ha basado en la descalificación de Funes de manera personal, y al FMLN, sobre el cual abundaron los mensajes sobre su pasado guerrillero. El partido derechista ha sido apoyado en su campaña por la llamada Fuerza Solidaria, cuyos orígenes y millonarios fondos no han sido aclarados.

Por su parte, el FMLN ha salido al paso acusando a ARENA de mantener en la pobreza a las grandes mayorías del país y de haber beneficiado en las últimas dos décadas a un reducido grupo de poderosos empresarios.

Los salvadoreños, que buscan recuperar la ilusión, se han visto sometidos a una de las más largas campañas iniciada extraoficialmente por parte del FMLN en noviembre del 2007, cuando designó a Funes como candidato. De hecho, es la primera vez la izquierda llega con posibilidades reales de vencer.

La Unión Europea por primera vez ha enviado una misión de observadores que ha prometido denunciar "sin ataduras" eventuales irregularidades. Su jefe de misión, el español Luis Yáñez-Barnuevo, ha dicho que la campaña ha sido "tensa, polarizada" y caracterizada "por excesos verbales".

Más de 4,2 millones de salvadoreños están convocados a las urnas el domingo.