El Louvre y el Prado estrechan los lazos culturales entre España y Francia
- 'La Magdalena penitente', de George de La Tour, inaugura el programa 'La obra invitada'
- El Prado exhibe también 'Los primeros Borbones' con retratos franceses del s. XVIII
- Ambos actos "de marcado acento francés" coinciden con la visita de Sarkozy a España
- El presidente francés y su esposa recorren la pinacoteca madrileña con los Reyes
- Hasta 2012 el Louvre y el Prado organizarán una exposición temporal cada año
- Montarán 'Turner y los maestros', 'El Paisaje Clasicista en Roma' y 'El último Rafael'
Del Louvre al Prado. La Magdalena penitente de George de La Tour inaugura en el museo español el programa de La obra invitada, cuyo objetivo es acercar al público español obras notables de otros museos y colecciones.
Pero no es la única novedad de la pinacoteca madrileña. El Prado ha abierto al público la primera sala temática dedicaca expresamente a los Borbones, como avance de la nueva reordenación y ampliación de la colección permanente del Museo.
Ambos actos, "de marcado acento francés", según el director del Prado Miguel Zugaza, coinciden con la visita del presidente de la República Francesa, Nicolás Sarkozy, y de su esposa, que recorrerán ambas exposiciones con los Reyes.
El Museo del Prado y el Museo del Louvre han estrechado e intensificado su colaboración, que se prolongará hasta 2012, con la exhibición de La Magdalena penitente.
Obra de "poesía sublime", "belleza lírica" y "sensibilidad total", La Magdalena penitente, que se exhibe por primera vez en España, es una de las pinturas más destacadas de La Tour, "el más español de los artistas franceses, al que se ha confundido en ocasiones con Zurbarán, Maíno e incluso Velázquez", según Andrés Úbeda, conservador del Prado.
Por su parte, la exposición Los primeros Borbones. Retratos de Pintura francesa del Siglo XVIII se exhibe en la remodelada sala que anteriormente exhibía la obra de Goya sobre el 2 y el 3 de mayo.
Entre las obras de esta muestra, destaca el Retrato de la familia de Felipe IV, que se recupera con todo su esplendor tras su exilio en el museo durante los últimos años.
Aunque la relación con el Museo del Louvre no es nueva, Zugaza ha valorado que nunca ha sido tan intensa como ahora. "Desde hace un tiempo trabajamos en un ambicioso programa expositivo que culminará en el año 2012 con una exposición dedicada a Rafael".
El museo del Louvre ha sido un ejemplo a seguir desde su fundación, en opinión de Zugaza, que ha recordado que ambas instituciones han conseguido una ansiada autonomía jurídica. "Los dos museos -ha dicho- nos enfrentamos a los mismos retos pero con armas nuevas".
Estas relaciones fueron comentadas también por el director del Louvre, Henri Loyrette, quien se mostró "sensible" a la iniciativa del programa La obra invitada con el que se afirma que "un museo no vive solo de las exposiciones temporales, por otra parte necesarias. Un museo es sus colecciones permanentes", por lo que el acercamiento a obras de importancia de otras colecciones es fundamental.
Aunque pequeña, la exhibición de La Magdalena penitente junto a las dos obras de La Tour que se conservan en el Prado, Ciego tocando la Zanfonía y San Jerónimo leyendo, recientemente descubierto y que se encontraba depositado en un ministerio, "es muy significativa e interesante y hace que Prado y Louvre se conviertan en centros de investigación, lo que en el tiempo actual es muy importante".
Henri Loyrette ha considerado al Prado como "socio indispensable" ya que "una de las partes negras del Louvre" es la dedicada al arte español. "Los franceses fueron distantes en lo que se refiere al arte español, no solo en pintura".
Una exposición temporal cada año
Vincent Pomarède, conservador jefe de Pintura del Louvre, ha informado de que está previsto organizar conjuntamente una exposición temporal cada año, comenzando en 2010 con Turner y los maestros, que "permitirá volver a descubrir a este gran pintor" en el Grand Palais de París y en el Prado.
También en las mismas sedes se exhibirá en el 2011 El Paisaje Clasicista en Roma, exposición "muy ambiciosa que mostrará el desarrollo del paisaje en Roma desde finales del XVI hasta mediados del XVII y cuyo objetivo es demostrar cómo en esta época el paisaje se convierte en género autónomo. Será un verdadero acontecimiento para el público francés y español".
Para culminar este primer bloque de colaboraciones, se mostrará en el Louvre y en el Prado El último Rafael, centrada en la segunda parte de su obra desde 1508 hasta su muerte, en que estuvo al servicio de los Papas Julio II y León X.