Los conservadores británicos se ven salpicados por el escándalo de los gastos abusivos
- Un diputado conservador reclamó 4.480 euros por gastos de jardinería
- Otro 'torie' se gastó 7.840 euros para cambiar el mobiliario
- La popularidad de Gordon Brown cae en picado tras revelar los gastos de su gabinete
El escándalo por las compensaciones económicas que disfrutan los diputados británicos salpica este lunes al Partido Conservador, principal fuerza de la oposición, señala The Daily Telegraph, el periódico que ha desvelado prácticas irregulares.
Por cuarto día consecutivo, el matutino conservador publica los detalles de la cantidad de dinero público reclamado por los parlamentarios, en algunos casos gastos en reformas para revalorizar inmuebles lo que pone en entredicho la integridad de los diputados.
Después de revelar las compensaciones de los laboristas y del Sinn Fein, brazo político del Ejército Republicano Irlandés (IRA), el diario ataca a algunos diputados "tories", entre ellos el portavoz de la Cámara de los Comunes, Alan Duncan, que reclamó 4.000 libras (unos 4.480 euros) por trabajos de jardinería.
Duncan, que es millonario y trabajó en el sector del petróleo, gastó esa suma durante un periodo de tres años, si bien las autoridades parlamentarias le advirtieron de que la petición podría ser considerada "excesiva" de acuerdo con las reglas parlamentarias.
Reformas pagadas por el contribuyente
Además, el portavoz conservador de Sanidad, Andrew Lansley, renovó su casa con dinero del contribuyente antes de ponerla a la venta, mientras que la responsable tory para Gales, Cheryl Gillan, se vio obligada a pedir disculpas tras reclamar el pago por la compra de comida para perros.
El portavoz conservador de Universidades, David Willetts, reclamó más de 112 euros para que unos trabajadores cambiaran 25 bombillas en su casa, en tanto que el responsable del Política del partido, Oliver Letwin, pidió el pago de más de 2.000 libras (unos 2.240 euros) para reparar una tubería estropeada debajo de una pista de tenis.
El diputado Michael Gove, estrecho colaborador del líder conservador, David Cameron, reclamó 7.000 libras (unos 7.840 euros) para la compra de mobiliario.
Pero los escándalos que salpican a los "tories" no alcanzan a las figuras principales de la formación política, como Cameron; el portavoz de Asuntos Exteriores, William Hague, o el responsable de Economía, George Osborne, según el periódico.
Cameron admite que es otro día malo para el Parlamento y además para su partido "hay que decir que el sistema que tenemos y usamos está equivocado y que lo lamentamos", dijo el líder tory.
El ex arzobispo de Canterbury, Lord Carey, ha señalado que estos gastos, que calificó de "cultura del abuso", afectan la confianza que la población pueda tener en la política.
Abusos del gabinete de Brown
Estas revelaciones salen publicadas en un momento en que el apoyo del electorado al Gobierno del primer ministro británico laborista, Gordon Brown, cae cada vez más a tan sólo un año de las generales y el mismo día en el que un ayudante del primer ministro se deja en un taxi una mochila con documentos acerca de como afrontar el escándalo.
El diario reveló los gastos de los ministros y también que la responsable de Turismo, Barbara Follet, mujer del multimillonario escritor Ken Follet, cargó al erario público 28.000 euros en seguridad privada porque se sentía insegura en el Soho.
El responsable de Inmigración, Phil Woolas, se hizo pagar tampones, pañales y ropa de mujer. Y el de Asuntos Sociales, Phil Hope, invirtió más de 41.000 euros en mobiliario para un piso de 47 metros cuadrados.
Las reglas establecen que los diputados deben asegurarse de que el dinero solicitado está directamente relacionado con sus actividades parlamentarias y que no debe haber un "mal uso del dinero público".
Los diputados tienen derecho a recibir ayudas públicas para mantener una de las dos residencias que normalmente han de mantener abiertas, una en Londres, y otra cerca de su circunscripción.
Los abusos se producen porque los parlamentarios usan esa prerrogativa para renovar sus segundas residencias o para reformar propiedades y luego venderlas obteniendo plusvalías a cuenta del contirubuyente.
The Daily Telegraph podría tener que afrontar una multa si se demuestra que ha comprado información robada. En cualquier caso el Parlamento tenía previsto hacer públicos estos datos en julio.