Las periodistas detenidas en Corea del Norte serán juzgadas el 4 de junio
- Si las acusan de espionaje, podrían condenarlas a 20 años de cárcel
- EE.UU. denuncia que Corea del Norte no permite el acceso de diplomáticos
- Según los analistas, se trata de un nuevo pulso de Pyongyang al presidente Obama
Las dos periodistas estadounidenses detenidas en marzo en Corea del Norte serán juzgadas el próximo 4 de junio en territorio norcoreano, según informa este jueves la agencia oficial de noticias KCNA, citada por la surcoreana Yonhap.
Las dos reporteras, Laura Ling y Euna Lee, que trabajan para Current TV, medio digital de San Francisco, fueron detenidas el 17 de marzo en la frontera norcoreana con China mientras grababan imágenes para un documental sobre el tráfico de mujeres norcoreanas.
A finales de marzo, Corea del Norte anunció que las acusaría de "entrada ilegal" y "actos hostiles", al comprobar los cargos a través de pruebas y declaraciones de las propias periodistas.
No está claro si las periodistas traspasaron o no la hermética frontera entre China y Corea del Norte, uno de los países del mundo que más dificulta una cobertura periodística. La cadena de televisión surcoreana YTN asegura que los guardias norcoreanos cruzaron el río para detenerlas cuando seguían grabando pese a que les exigieron que parasen, mientras el reverendo Chun Ki-won, que las ayudó en sus preparativos, cree que pudieron traspasar la frontera sin querer.
Aunque Corea del Norte no ha especificado de qué actos hostiles se las acusa, podrían ser sentenciadas a cumplir una pena de entre cinco y diez años en campos de trabajo en el país comunista.
Además, si les acusa de cargos de espionaje, las dos periodistas podrían ser castigadas con hasta 20 años de prisión en territorio norcoreano, según la agencia Yonhap.
Estados Unidos ha denunciado que Corea del Norte no permite el acceso de diplomáticos estadounidenses a las periodistas desde hace más de un mes.
Analistas surcoreanos indicaron que esta prolongada detención de dos norteamericanas es un nuevo pulso de Pyongyang al presidente Barack Obama, después del lanzamiento de un cohete de largo alcance el 5 de abril pese a las constantes advertencias en su contra por parte de Estados Unidos.