Karroubí, el clérigo aperturista
- El ex presidente del Parlamento iraní repite como candidato
- Se presenta como un candidato aperturista y reformista
- Su primera prioridad será restablecer la normalidad económica
El ex presidente del Parlamento iraní, Mehdi Karroubí, repite como candidato tras caer derrotado hace cuatro años ante el actual presidente y de nuevo rival, Mahmud Ahmadineyad.
Con una larga trayectoria a su espalda, Karroubí es un clérigo atípico. Formado en seminarios religiosos, pronto dio el salto a la política, años antes de la revolución, en la que estuvo al lado del ayatolá Jomeini.
De nuevo candidato, Karroubí ha empezado su campaña como terminó hace cuatro años su aventura electoral, denunciado las 'trampas' que pueda llevar a cabo Ahmadineyad. Si en 2005 acusó de pucherazo a su rival, desde el anuncio de su regreso a la arena política no ha cesado en alertar de las posibles irregularidades que puede haber en el recuento.
Si Ahmadineyad representa el conservadurismo, Karroubí se presenta como el candidato más aperturista y reformista de los cuatro que optan a la presidencia bajo el eslógan "Cambio". Junto a Mousaví, ha incluido a su mujer en campaña en busca del voto femenino.
La economía, pilar de su política
Además, como sus contrincantes, también ha criticado duramente la gestión económica de Ahmadineyad. Le ha acusado de empobrecer al país, se ha quedado del alto índice de paro y del difícil acceso a la sanidad, fruto de unas medidas que podrían costarle el cargo al actual presidente.
De hecho, la primera prioridad que se ha impuesto Karroubí si llega al poder es restablecer la normalidad económica. "Actualmente el principal problema de la gente es la economía, por lo que tenemos previsto trabajar para impulsar el desarrollo económico, el empleo y la producción", afirmó el reformista en su primera comparecencia como candidato.
Además, asegura que defenderá la libertad de los ciudadanos y la de prensa, mientras que en política exterior se mostró partidario de establecer relaciones diplomáticas con todos los países, menos con Israel.