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Un preso de Guantánamo se suicida, según el Pentágono

  • Aún no está clara la causa de la muerte y han abierto una investigación
  • Se trata de la primera muerte en la prisión desde que gobierna Obama
  • La víctima es un ciudadano yemení de 31 años vinculado a Al Qaeda

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Un ciudadano yemení que llevaba más de siete años en Guantánamo ha muerto el lunes en lo que parece ser un suicidio, según ha informado el Pentágono. Se trata de la primera muerte en la base estadounidense durante el mandato de Obama y desde que éste anunciara el cierre de la prisión para enero de 2010.

El prisionero es Muhammad Ahmad Abdallah Salih, de 31 años, que llegó al penal en febrero de 2002 tras haber luchado en las filas de los talibanes, de acuerdo con un comunicado emitido por el Departamento de Defensa de Estados Unidos.

Se trata de la quinta muerte aparentemente por suicidio desde que el centro de detención abrió sus puertas a principios del 2002. Dos saudíes y un yemení se ahorcaron con ropa de cama en 2006 y otro saudí se suicidó el año siguiente.

El Pentágono no ha explicado la forma en la que Salih, conocido como Al-Hanashi, ha acabado con su vida. El Servicio Naval de Investigaciones Criminales ha abierto una investigación al respecto.

Los guardas han encontrado al yemení sin respiración durante un control rutinario y han llamado inmediatamente al personal médico, que ha tomado medidas de reanimación "exhaustivas", pero sin éxito, de acuerdo con el comunicado.

El Instituto de Patología de las Fuerzas Armadas realizará una autopsia y posteriormente los restos serán enviados a Yemen.

Estados Unidos mantiene que Al Hanashi viajó a Afganistán en 2001 y allí luchó del lado de los talibanes en el frente, según admitió él mismo, aunque afirmaba que no había matado a nadie.

El yemení vivió en cuatro casas vinculadas con la red terrorista Al Qaeda y el Taliban, y fue capturado en Mazar-e-Sharif durante un alzamiento en esa ciudad afgana, según el Pentágono.

Grupos defensores de los Derechos Humanos han condenado la muerte y han subrayado la necesidad de acabar con la "detención indefinida" de este campo de prisioneros, abierto en 2002 por la Administración Bush para encerrar a los sospechosos de terrorismo tras los atentados del 11S en las Torres Gemelas.