Enlaces accesibilidad

El G-8 exige el "cese inmediato" de la violencia en Irán y no da por cerrada "la partida"

Por

La violencia en Irán debe "cesar inmediatamente". Así lo ha afirmado el ministro italiano de Asuntos Exteriores, Franco Frattini, en la presentación de la declaración final de los ministros de G-8, los países más ricos más Rusia, reunidos en Trieste, en Italia.

El G-8, que comenzó su reunión dividido sobre la postura frente a la crisis iraní, ha afirmado que no dan "por cerrada la partida" a pesar de que el Consejo de Guardianes iraní haya asegurado este viernes que no hubo fraude en las elecciones presidenciales del pasado 12 de junio mientras que el clérico Khatami ha pedido que se ejecute a los "alborotadores".

Este grupo está integrado por Italia, Reino Unido, Alemania, Francia, Estados Unidos, Canadá, Japón y Rusia.

Frattini ha expresado la "solidaridad" de estos países con "las familias y las víctimas de la violencia en Irán". Ha subrayado que "el valor de la vida humana está por encima de todo", en una conferencia de prensa acompañado de sus homólogos.

Desde el "respeto a la soberanía" de Irán, el ministro de Exteriores italiano ha subrayado que la declaración del G-8 "rechaza" la violencia postelectoral e intiva a Irán a "respetar los derechos fundamentales de las personas", en particular "la libertad de expresión".

El G-8 no acepta "ni la violencia, ni la represión, ni la expulsión de periodistas", ha añadido.

Preocupación por la carrera nuclear

Frattini ha indicado que el asunto nuclear de irán es igualmente "el centro de las preocupaciones" de los ministros del G-8 y ha subrayado la importancia del diálogo sobre este tema.

"La violencia que hemos visto en los últimos diez días, las personas muertas y las cargas son deplorables", ha declarado por su parte el ministro británico de Exteriores, David Miliband. 

"El gobierno iraní debe proteger a su pueblo, que debe decidir quien "debe gobernarle", ha añadido.

Las manifestaciones han dejado un total de 20 muertos, de los que ocho pertenecerían a la milicia islámica Basiji, según la televisión pública iraní.