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El líder supremo iraní admite que no está probado que las revueltas tuvieran lazos con el exterior

  • El ayatolá Alí Jameneí ha insistido, no obstante, en que se trataba de actos organizados
  • Así, ha asegurado que se detendrá a los "autores no visibles" de los disturbios
  • También ha admitido abusos que, según ha dicho, serán investigados hasta el final

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El líder supremo de la Revolución iraní, el ayatolá Alí Jameneí,  ha insistido este miércoles en que las revueltas que siguieron a las elecciones presidenciales del pasado junio fueron una acción planeada, aunque ha admitido que no se ha probado que sus líderes estuvieran manejados desde el exterior.

En declaraciones divulgadas por la agencia de noticias oficial Ilna, la máxima autoridad de Irán subraya que la tentativa fracasó gracias a la voluntad divina y la acción del pueblo. "No puedo acusar a los líderes de los recientes acontecimientos de ser instrumento de países extranjeros como Estados Unidos o Reino Unido ya que para mí no está probado", ha señalado Jameneí durante un encuentro con representantes de asociaciones de estudiantes en Teherán.

"Pero no existe duda de que este movimiento, le constara a sus líderes o no, fue planeado con antelación... Los acontecimientos en su base no fueron algo inesperado, sin embargo no se esperaba la presencia de algunas personas en ellos", ha argumentado.

Acusaciones contra occidente

Alrededor de una treintena de personas -según cifras oficiales- murieron y cerca de 4.000 fueron encarceladas durante la revuelta que estalló tras la controvertida reelección el pasado 12 de junio del presidente, Mahmud Ahmadineyad. Los resultados no han sido aceptados por la oposición, que los ha calificado de fraudulentos.

Los opositores han elevado la cifra de muertos a 69 y han denunciado violaciones y torturas en las cárceles. Por su parte, diversos estamentos del régimen iraní han acusado a occidente, y en especial a Estados Unidos, Reino Unido, Franciade instigar las protestas para provocar lo que Irán denomina "una revolución de terciopelo".

Esta semana, el fiscal del tribunal revolucionario que juzga a más de un centenar de personas inculpadas de participar en la revuelta, acusó a varios ex altos cargos del anterior Gobierno reformista de conspirar para derrocar el régimen y de tener lazos con potencias y organizaciones extranjeras.

Detener a los responsables ¿no visibles¿

Según Ilna, Jameneí también ha respondido a los estudiantes sobre la necesidad de emprender acciones legales contra los denominados "autores no visibles" de los acontecimientos, que, según ha dicho, todavía no han sido detenidos.

"En asuntos tan sensibles como ése, no se puede actuar en base a sospechas o rumores. Debemos garantizar que los crímenes no queden impunes, pero en estos asuntos tan delicados el Poder Judicial debe fundamentarse en evidencias irrefutables", ha recalcado Jameneí.

El pasado viernes, el imán del sermón del vienes en la mezquita de la Universidad de Teherán, principal tribuna política del país, instó a la detención de los líderes de los disturbios que aún no están entre rejas.

Investigaciones sobre los abusos

En este sentido, Jameneí ha mostrado su tristeza por el hecho de que se haya puesto el acento en cuestiones como los abusos en la cárcel de Kahrizak o el asalto a la Universidad, y no en la gran injusticia y desprecio que ha sufrido el pueblo iraní.

El líder supremo iraní ha reconocido que se habían cometido delitos tras las elecciones presidenciales, pero ha subrayado que serán investigados hasta el final y sus responsables castigados como se merecen.

"Sabed que no habrá negligencia alguna respecto a estos crímenes. Pero se debe tener en cuenta que la justicia debe actuar sostenida en pruebas cuando se trata de cuestiones tan delicadas", ha afirmado.