Washington suspende su ayuda a Honduras pero no opina sobre el golpe militar
- El depuesto presidente Zelaya ha mantenido un encuentro con Hillary Clinton
- EE.UU. suspenderá las ayudas como medida de presión al Gobierno de facto
- Clinton no ha querido opinar sobre si hubo o no golpe militar en Honduras
- Estados Unidos no reconocerá al ganador de las elecciones del 29 de noviembre
- Zelaya asegura que "se hace un solo bloque en América condenando el golpe"
- El Gobierno de Micheletti lamenta que EE.UU. se vaya "por el lado de Chávez"
El Gobierno de Estados Unidos ha decidido suspender la ayuda económica a Honduras, país que se encuentra dirigido por un régimen de facto desde el golpe de estado que tuvo lugar el pasado 28 de junio.
Así lo ha anunciado el departamento de Estado tras el encuentro que han mantenido en Washington el depuesto presidente hondureño, Manuel Zelaya, y la secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton.
"El departamento de Estado anuncia el fin de una amplia gama de ayudas al gobierno de Honduras como resultado del golpe de estado que tuvo lugar el 28 de junio", ha anunciado en un comunicado el portavoz del departamento, Ian Kelly.
Esta decisión pretende presionar al gobierno de facto, liderado por Roberto Micheletti, para que renuncie.
El monto total de la asistencia que se verá afectada no ha sido precisado aunque en los últimos días se ha evaluado en 200 millones de dólares.
Kelly ha recordado que Clinton ya suspendió programas de ayuda poco después del golpe de Estado. También ha precisado que la decisión se debe a la resistencia del Gobierno de facto a aceptar el Acuerdo de San José, que entre otros puntos contempla la vuelta de Zelaya al poder, y el no restablecimiento del orden "constitucional y democrático" en Honduras.
Silencio de Clinton
Sin embargo, Hillary Clinton ha mantenido silencio acerca de si el derrocamiento de Zelaya fue o no un golpe militar. Para Estados Unidos, el reconocimiento del golpe militar tiene otras implicaciones jurídicas y económicas.
Según el portavoz del Departamento de Estado, en la expulsión de Zelaya de Honduras participaron "tanto los poderes legislativos y judiciales como las fuerzas armadas".
Además, Ian Kelly ha anunciado que Washington no reconocerá al ganador de las elecciones presidenciales que se celebrarán el 29 de noviembre en Honduras, coincidiendo las elecciones legislativas y locales.
"En este momento no podríamos respaldar el resultado de las elecciones que están convocadas", ha señalado Kelly, quien ha pedido que el proceso negociador que coordina el presidente de Costa Rica, Óscar Arias, establezca el marco de unas "elecciones legítimas".
"Las elecciones deben realizarse de forma libre, justa y transparente. No deben llevarse a cabo bajo la sombra de la duda y deben estar abiertas a todos los hondureños", afirmó el portavoz.
Zelaya, satisfecho
Manuel Zelaya ha salido satisfecho del encuentro, pese a que uno de sus objetivos era el reconocimiento de que su derrocamiento fue fruto de un golpe militar era uno de los objetivos del depuesto presidente en este encuentro.
"Hay un recrudecimiento de las medidas de EEUU contra los golpistas, consecuente con todas las posiciones de los presidentes de América Latina, porque el régimen de facto está cada vez más solo", ha dicho Zelaya a la prensa tras la entrevista con Clinton.
A juicio de Zelaya, con la decisión de EEUU, y a falta de escuchar la posición de Canadá al respecto, "se hace un sólo bloque de América, de los 34 países (de la OEA) condenando el golpe, no reconociendo a sus autoridades y tampoco a las autoridades ilegítimas que salgan de unas elecciones fraudulentas, viciadas por la falta de libertad", ha dicho.
El Gobierno de Micheletti lamenta la decisión
La decisión ha sido recibida con malestar por el Gobierno de facto de Honduras que, a través de su ministro de la Presidencia, Rafael Pineda, ha lamentado que "un gobierno, un país y un pueblo que es amigo de nosotros haya tomado la decisión de irse por el lado de Chavez (presidente de Venezuela) y condenar al pueblo que está en lucha contra la expansión marxista en Centroamérica y América.
Pineda a declarado que la medida de Washington de ampliar las sanciones a su país "es poco amistosa y no la podemos aceptar con alegría".