Zapatero anuncia el aplazamiento de la deuda de los ayuntamientos durante un año

• Zapatero agradece a la Ejecutiva del PSOE en el Comité Federal su apoyo al Gobierno
• Confirma que subirán las pensiones mínimas y el salario mínimo interprofesional
• Dice que la economía se recuperará "en el umbral de 2010"
• Ha defendido el proyecto "de cohesión y estabilidad social"
• El presidente no se ha referido a la subida de impuestos que prepara
• Ministros y dirigentes del PSOE expresan públicamente su apoyo a Zapatero

Zapatero en el Comité Federal del PSOE

El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha anunciado que se va a aplazar un año el pago de la deuda de los ayuntamientos con el Estado, que ha cifrado en 1.500 millones.

Zapatero ha hecho este anuncio en la reunión del Comité Federal del PSOE, en el que ha defendido la "política de cohesión y estabilidad social" de su Gobierno y el "rumbo claro" de su proyecto, a la vez que ha reiterado la disposición al diálogo y al consenso del Ejecutivo.

El secretario general de los socialistas ha explicado que se aplazará el pago de la deuda de los consistorios en 2010, que luego deberá devolverse "de manera razonable" en un plazo de cuatro años.

También ha anunciado que de los 5.000 millones de euros que de destinarán al fondo de inversión local, el 15%, unos 750 millones, se destinarán a compromisos de los ayuntamientos en materia de educación.

En otros aspectos de la materia económica, el presidente ha reiterado que los Presupuestos Generales del Estado de 2010 (PGE) mantendrán el gasto social "necesario". En este sentido, ha confirmado que las pensiones mínimas "subirán por encima del coste de vida" y que el salario mínimo interprofesional "seguirá subiendo", si bien no ha concretado ninguno de los porcentajes.

Crecimiento económico "en el umbral de 2010"

Sobre la crisis, Zapatero ha afirmado que "lo peor ha pasado" y señalado que se esperan "signos positivos de crecimiento" para "el umbral entre 2009 y 2010". No obstante, ha reconocido que "no se puede vaticinar" cuando se empezará a recuperar empleo.

El presidente, que no se ha referido a la subida de impuestos que prepara el Gobierno, sí ha destacado la medida de la prestación de 420 euros para los parados que han agotado la prestación, "que será una ayuda importante para miles y miles de trabajadores".

"Así afrontamos nosotros los momentos más difíciles, con impronta social y apuesta por la solidaridad y la estabilidad social porque sabemos que la crisis no afecta por igual a todos", ha afirmado Zapatero, que ha reiterado en varias ocasiones que el PSOE es el partido que "garantiza la cohesión social".

Zapatero ha añadido que es precisamente "en las épocas de crisis" donde se pone de manifiesto la "identidad" de un proyecto político. A este respecto, ha precisado: "Hemos tenido que elegir y hemos dicho 'no' a abaratar el despido, a reducir las prestaciones sociales", y por el contrario, "hemos dicho 'sí' a mantener la protección social, a aumentar las becas, las pensiones mínimas y las ayudas a la vivienda y la dependencia". "Hemos sabido decir 'no' a los poderosos y a ciertos intereses", ha proseguido el presidente del Gobierno.

En su intervención, Zapatero también ha reiterado el objetivo de acabar con ETA y ha defendido la "dignidad, gallardía, compromiso con Euskadi y compromiso con la libertad" del lehendakari, Paxti López. También ha defendido la reforma de la Ley del aborto por "oportuna y proporcionada".

Del partido de la oposición, el PP, ha afirmado que en su seno, hay "más bien enredos que ideas", poca capacidad de "arrimar el hombro" ante la crisis e intentar algo que ha vaticinado que no ocurrirá: que si las cosas no le van bien a España, sí les pueda ir bien a ellos.

Agradece a la Ejecutiva el "apoyo diario" al Gobierno

Zapatero también ha aprovechado el discurso para acallar las voces que hablan de discrepancias en el partido y el Gobierno y ha querido agradecer a la Ejecutiva socialista "vuestra tarea y el apoyo que prestáis al Gobierno cada día". 

Además, ha querido "personalizar" ese agradecimiento en la persona de la secretaria de Organización, Leire Pajín, de la que ha dicho que "debe estar en el Senado, como le corresponde democráticamente".

Antes del comienzo del Comité, ministros y dirigentes del PSOE han arropado al presidente y han defendido la gestión de la crisis que lleva a cabo al Ejecutivo y la anunciada subida de impuestos, al tiempo que han rechazado que exista ningún malestar interno por cómo se está gestionando la crisis económica.

La ministra de Defensa, Carme Chacón, ha dicho que los socialistas están "unidos y unidísimos en un momento complicado para el país" y el vicesecretario general del PSOE y titular de Fomento, José Blanco, que el socialista es un partido "sólido" y "muy cohesionado" en torno a un proyecto y al liderazgo de José Luis Rodríguez Zapatero.

La ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, ha incidido en que todos los socialistas confían en Zapatero, "y no solamente los socialistas", ha apostillado, para poner el acento en que el líder del PSOE "es el presidente legítimo de todos los españoles", mientras que el portavoz parlamentario del PSOE, José Antonio Alonso, ha defendido el apoyo a una política económica "sensata, seria y responsable", que está con el conjunto de la ciudadanía, con quienes más lo necesitan.

 

Apoyo de la presión fiscal

El Comité Federal del PSOE se ha reunido para respaldar la gestión del presidente del Gobierno frente a la crisis y mostrar su pleno apoyo al incremento "temporal" de la presión fiscal. 

A priori, la reunión era de las más delicadas desde que lidera el partido, con algunos compañeros dispuestos a no ahorrarle sus reproches. Ese será el caso de la corriente Izquierda Socialista, que aprovechará para reclamar más debate interno y más pedagogía para explicar, por ejemplo, la anunciada subida de impuestos o la presencia de las tropas españolas en Afganistán. 

No obstante, la dirección socialista augura que habrá un cierre de filas.

La salida de la política nacional de tres ex ministros en menos de 15 días -Jordi Sevilla, César Antonio Molina y Pedro Solbes- ha intranquilizado en las filas socialistas y no faltan quienes interpretan la renuncia del ex vicepresidente económico como una crítica velada a cómo está gestionando el Gobierno la crisis y a los próximos presupuestos generales del Estado.