Vuelve la mejor versión de la factoría Campanella-Darín con 'El secreto de sus ojos'
- La pareja argentina recupera el espíritu de El hijo de la novia en un thriller
- El secreto de sus ojos, participada por TVE, narra un crimen resuelto 25 años después
- Drama, trama policíaca, comedia y romance, cóctel agitado por Campanella
- Matthias Glasner, con This is love, fracasa estrepitosamente
- Toda la información en el especial del Festival de cine de San Sebastián 2009
¿Que a Donostia le había parecido poco Darín el veterano ladrón Vergara Grey de El baile de la victoria? ¿Que tenía mono de esos ojos azules que embaucan aunque no quieran? ¿Que le apetecía el otro Darín, el hombre tierno y levemente cansado de la vida al que Juan José Campanella (Buenos Aires, 1959) ha sacado todo su jugo en un puñado de películas? Pues no tenía más que pedir por esa boquita.
En la última de Campanella, El secreto de sus ojos (por la que hay que apostar: luchará por la Concha de Oro y, en cualquier caso, le irá muy bien en taquilla), Ricardo Darín encarna a Benjamín Espósito, empleado en un juzgado penal de Buenos Aires recién jubilado que se lanza a escribir una novela simplemente para no dejar pasar el tiempo... o quizá para algo más profundo.
Escribir es poner orden en las ideas, es reinterpretar la realidad, es volver a vivir lo pasado o vivirlo de otra manera. Es buscar la clave de la vida o ajustar cuentas con ella. Por eso, cuando Espósito convierte en novela un asesinato que tuvo que investigar y que quedó sin resolver, resucitará sentimientos y sucesos que parecían muertos y sellados.
Heridas que vuelven a sangrar
"Mirar hacia atrás es la única manera de moverse hacia delante: uno puede evitar las heridas, pero vuelven a sangrar", ha asegurado el cineasta argentino en la rueda de prensa de presentación de la película, que ha sido calurosamente acogida por la prensa y que cuenta con la participación de Televisión Española.
Con esas heridas sangrantes, Campanella ha construido un thriller policíaco, o una película romántica, o un drama social histórico (transcurre en la Argentina de 1974). Es difícil saberlo, y quizá no importe. Lo que si sabemos es que recupera el espíritu de El hijo de la novia: la misma ternura, el mismo humor (impresionante el personaje de Guillermo Francella), la misma maestría para buscar recursos narrativos originales, la misma conexión con el público.
Matthias Glasner (Alemania, 1965) ha sido el damnificado del éxito de Campanella. Su This is love, que cuenta la historia de una policía alcoholizada abandonada por su marido y la de un traficante de niñas vietnamitas que salva a una de ellas, deja frío. Se trata de un incongruente alegato contra la pederastia que no es verosímil y que en ningun momento logra lo que quiere, tansmitir ternura.