Zelaya rechaza la oferta de Micheletti y le pide que entregue el poder en las próximas horas
- Pide al pueblo de Honduras que se levante contra los golpistas
- Demanda un pronunciamiento contra el golpe de todos los sectores sociales
- Acusa al ejército de estar practicando un "terrorismo electrónico" contra la embajada
El depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, ha exigido al gobernante de facto, Roberto Micheletti, que entregue el poder en las próximas horas y ha pedido al pueblo hondureño que se ponga "de pie, nunca de rodillas ante una dictadura".
Zelaya ha hecho estas declaraciones a Radio Globo, desde la embajada de Brasil en Tegucigalpa, donde permanece desde el pasado lunes, a la que ha asegurado que el "régimen" de Micheletti "debe depositar el poder en el poder legítimo en las próximas horas".
Con estas palabras, el presidente depuesto rechaza de plano la propuesta de Micheletti de iniciar el diálogo si acepta el resultado de las elecciones presidenciales convocadas por el gobierno de facto.
Recobrar la democracia
Además, ha subrayado que con el respaldo del pueblo, no permitirá que a los hondureños se les sustraiga el derecho a la democracia, después de 30 años de vivir bajo ese sistema, durante los cuales se han celebrado siete elecciones generales consecutivas.
"Tenemos que recobrar nuestra libertad y nuestra democracia", ha defendido Zelaya, quien ha pedido a todos los sectores sociales, incluida la empresa privada, que se pronuncie contra el golpe de Estado.
En su opinión, "el último elemento del desarrollo que le falta a Honduras es que el pueblo esté organizado" y que sus autoridades "aprendan a respetar al pueblo".
Zelaya ha indicado además que "la batalla por la democracia en el mundo se está dando en Honduras" y que en las Naciones Unidas va a comenzar "un proceso de apoyo al pueblo hondureño" y "en contra de este régimen" de Micheletti.
"Terrorismo electrónico"
El depuesto presidente ha acusado a los militares y policías de estar apuntando sus fusiles contra el pueblo y ha solicitado, además, que se suspenda el "terrorismo electrónico" del que están siendo víctimas todos los que permanecen dentro de la embajada de Brasil, que en principio eran unas 313 personas, según Zelaya.
Al menos 162 de esas personas abandonaron el martes la legación diplomática, según informó el Ministerio Público.
El gobernante derrocado ha detallado que el terrorismo electrónico lo están ejecutando los militares y policías que rodean la embajada con
Denuncia un plan para declarar su suicidio
Zelaya ha denunciado además que el gobierno hondureño de facto planeó el martes asaltar la embajada donde se encuentra refugiado y declarar que se había suicidado. El plan, según ha dicho, no se ejecutó por la intervención de la comunidad internacional.
"Hoy todavía se corre el riesgo de que sea asaltada la embajada y que se planifique que iba a ser anunciado un suicidio de parte mía como para simular que nosotros habíamos decidido morir antes de que entraran aquí", ha dicho Zelaya.
Junto al presidente depuesto se encuentran unas cien personas que están soportando "bombardeos con productos químicos y ondas de ultrasonido que provocan malestar a la salud y ponen muy nerviosas a las personas".