Merkel y los liberales inician con optimismo las negociaciones mientras el SPD se renueva
- La canciller alemana se pone el crecimiento económico como principal objetivo
- Las diferencias sobre rebajas fiscales centran la negociación
- Merkel quiere tener cerrado el nuevo gobierno para el 20 aniversario de la caída del Muro
- Los socialdemócratas eligen al saliente ministro de Medio Ambiente como presidente
La Unión de la canciller federal, Angela Merkel, y el Partido Liberal (FDP) han iniciado este lunes con optimismo las negociaciones para la formación de una nueva coalición de gobierno en Alemania con el crecimiento económico como objetivo común y las rebajas fiscales como principal escollo entre ambos partidos.
Mientras tanto, la cúpula del Partido Socialdemócrata (SPD), formación que pasa a la oposición, ha anunciado la designación de Sigmar Gabriel, saliente ministro de Medio Ambiente, como nuevo presidente de la formación, que ha iniciado un proceso de renovación y rejuvenecimiento tras su catástrofe electoral.
La propia Merkel y el líder de los liberales, Guido Westerwelle, han expresado su voluntad de llegar a un acuerdo satisfactorio para sus respectivas formaciones al entrar juntos en la representación del estado de Renania del Norte-Westfalia en Berlín, donde se celebran las negociaciones.
La canciller alemana ha subrayado que "el crecimiento económico y la creación de puestos de trabajo" serán el objetivo prioritario de la nueva alianza gubernamental entre los partidos de la Unión -cristianodemócratas y socialcristianos bávaros (CDU/CSU)- y los liberales.
"Todo nuevo gobierno es un nuevo comienzo", ha recalcado por su parte Westerwelle, quien ha destacado el deseo de su formación de buscar un nuevo futuro para Alemania y ha asegurado "ser consciente de la responsabilidad" que los liberales asumen.
Diferencias
Tanto Merkel como Westerwelle, virtual vicecanciller alemán y probable ministro de Exteriores, han reconocido que existen diferencias entre sus partidos, aunque han subrayado su disposición a superarlas y alcanzar el consenso para gobernar juntos la próxima legislatura.
Insistente ha sido Westerwelle con su demanda de cumplir las promesas electorales y llevar a cabo rebajas fiscales, que ha sido contestada desde la Unión con argumentos presupuestarios que dificultan seriamente esa iniciativa y podrían retrasarla varios años.
En ese sentido, el primer ministro del estado de Hesse y posible ministro de Finanzas, el cristianodemócrata Roland Koch, ha advertido ya de que no hay fondos para aplicar las rebajas fiscales de hasta 35.000 millones de euros que reclaman los liberales.
Otros temas de fricción entre la Unión y los liberales son la seguridad nacional, en la que los segundos exigen correcciones en materia de política Interior y Justicia, sobre todo en lo que se refiere a los registros on-line de ordenadores privados o el almacenamiento masivo de datos en la lucha contra el terrorismo.
La canciller alemana, Angela Merkel, ha expresado su deseo de que el nuevo gabinete este listo antes del próximo 9 de noviembre, cuando se cumple el 20 aniversario de la caída del Muro de Berlín y se espera la presencia en la capital alemana de numerosos estadistas de todo el mundo para celebrarlo.
Renovación socialdemócrata
Por su parte, la cúpula socialdemócrata ha designado oficialmente al saliente ministro de Medio Ambiente, Sigmar Gabriel, como nuevo presidente del partido.
Gabriel, de 50 años, deberá ser refrendado todavía en el congreso ordinario que el Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) celebrará en noviembre próximo.
Junto a Gabriel fueron designados los cuatro futuros vicepresidentes, todos nuevos en el cargo, y se propuso a la hasta ahora vicepresidenta, Andrea Nahles, como secretaria de organización.
Con esta renovación, la directiva del SPD pretende sacar al partido de la crisis interna que empezó a acentuarse hace seis años con la aprobación del paquete de reformas sociolaborales del canciller Gerhard Schröder, y culminó en las pasadas elecciones del 27 de septiembre, con un mínimo histórico del 23%.