La escritora alemana de origen rumano Herta Müller gana el Premio Nobel de Literatura 2009
- La escritora ha sido premiada "por describir el universo de los desposeídos"
- Su obra habla de la minoría alemana en la Rumanía de Ceacescu
- Müller tuvo que marchar de su país de origen por su oposición al régimen comunista
- En España, parte de su obra ha sido traducida por Siruela
La novelista, poetisa y ensayista alemana de origen rumano Herta Müller es la ganadora del Premio Nobel de Literatura 2009. Así lo ha anunciado la Academia Sueca, que la premia por "describir con la la densidad de la poesía y la sinceridad de la prosa el universo de los desposeídos".
Müller, que se ha quedado "sin habla" tras conocer la noticia, sucede al francés Jean-Marie Gustave Le Clèzio, Nobel de Literatura en 2008, y es la cuarta mujer en recibir el premio durante los últimos quince años.
La obra de la galardonada encarna en buena parte el destino de las minorías alemana en los países del centro de Europa que, tras el fin de la II Guerra Mundial, en muchas ocasiones tuvieron que pagar por partida doble las culpas del nacionalsocialismo.
La escritora, que vive en Berlín desde 1987, nació en Nytzkydorf (Rumanía) en 1953 y en una familia de la minoría alemana en ese país -a la que pertenecieron otros escritores emblemáticos alemanes como Paul Celan u Oskar Pastior- y desde muy pronto trató de tender puentes entre las dos culturas a las que pertenecía.
Una doble identidad y encontronazo con Ceacescu
Herta Müller estudio filología germánica y filología rumana simultáneamente, tratando de profundizar los conocimientos de las dos literaturas a las que sentía que pertenecía.
Con la Rumanía oficial, regida por el dictador Nicolai Ceacescu, entró en conflicto muy pronto al ser despedida de su primer trabajo, como traductora en una fábrica de máquinas, por negarse a colaborar con la Securitate, el servicio secreto de la Rumanía comunista.
Su primer libro, Niederungen (En tierras bajas, Siruela), también fue motivo de conflicto. El manuscrito reposó durante cuatro años en la editorial antes de que finalmente pudiese publicarse, en 1982, con recortes impuestos por la censura rumana.
Dos años después, la versión original del libro apareció en Alemania, ante lo que las autoridades rumanas reaccionaron imponiéndole a Herta Müller la prohibición de publicar.
El complejo de culpa de la minoría alemana en Rumanía
En Alemania, en cambio, Niederungen le valió un reconocimiento literario inmediato y la novela recibió el premio Aspekte, al mejor debut en lengua alemana del año.
En ese libro, compuesto de una larga narración de unas ochenta páginas y de otras narraciones breves, Müller enfoca, con mirada infantil, la vida de un pueblo alemán perdido en Rumanía.
Se trata de un pueblo venido a menos tanto en lo económico como en lo moral. "No soportamos a los demás ni nos soportamos a nosotros mismos y los otros tampoco nos soportan", dice en algún momento la voz de la niña que narra la historia.
El libro le cerró las puertas de Rumanía pero le abrió las de Alemania. En 1987 la escritora logró abandonar Rumanía y se instaló en Berlín, donde vive y trabaja desde entonces.
El silencio tras pasar por campos de concentración soviéticos
La Rumanía de Ceacescu - y el destino de la minoría alemana allí- es el tema de buena parte de sus obras. En Der Mensch ist ein groses Fasan auf der Welt (El ser humano es un gran faisán en el mundo) aborda el destino de una familia alemana que espera con ansiedad la autorización para abandonar Rumanía.
En su última novela, Atemschaukel, cuenta la historia de un chico de 17 años que después de la II Guerra Mundial es llevado por los rusos para ayudar en un campo de trabajo a la reconstrucción de la Unión Soviética en un destino que compartieron muchos miembros de la minoría alemana.
Los rusos consideraban que con ello los alemanes pagaban sus culpas como cómplices de Hitler, sin importarles que algunos de ellos hubieran sido también víctimas del nazismo.
Atemschaukel es el intento de Herta Müller por desentrañar lo que se escondía detrás del silencio de su madre, y de otros muchos rumanos-alemanes de su generación, que no se atrevían a hablar nunca del tiempo que habían pasado en campos de trabajo soviéticos.
La escritora rumano-alemana se ha impuesto a candidaturas como la de Amos Oz, Phillip Roth, Adonis, Assia Djebar o Vargas Llosa y recibirá el premio, dotado con diez millones de coronas suecas (980.000 euros o 1,4 millones de dólares) el 10 de diciembre, aniversario de la muerte de su fundador, Alfred Nobel.