Zelaya cumple un mes de insomnio, hambre y hedor en la embajada de Brasil
- La OEA ha condenado el "hostigamiento" y exhorta a "proseguir el diálogo"
- El embajador brasileño ha denunciado el acoso del ejército a la legación
- Detalla que proyectan luces y emiten ruidos estridentes para evitar el sueño
- Los alimentos son racionados y están frecuentemente en mal estado
- La basura se acumula provocando riesgo de infecciones
Haces de luz "insoportables", cornetas y ruidos de animales por las noches, comida en mal estado que provoca frecuentes diarreas y basura acumulada que llama a los mosquitos.
Ésta es la situación que se vive en la embajada de Brasil en Tegucigalpa cuando se cumple un mes de internamiento del presidente depuesto, Manuel Zelaya, a la espera de una solución a la crisis política que vive el país tras el golpe de estado que lo desalojó del poder el pasado 28 de junio.
El embajador de Brasil ante la Organización de Estados Americanos, Ruy de Lima Casaes e Silva, ha calificado la situación claramente de "tortura" en el relato que ha realizado ante el organismo, con sede en Washington.
En una declaración de cuatro puntos acordada por el Consejo Permanente, la OEA ha condenado el "hostigamiento" a la embajada y ha exigido al Gobierno de facto la "finalización inmediata" de estas acciones y la retirada de "todas las fuerzas represivas" de los alrededores del edificio.
La Organización pide que se respete la Convención de Viena sobre Relaciones Diplómáticas y exige que se garantice "el derecho a la vida, la integridad y la seguridad" de Zelaya. Por último, exhorta a "proseguir el diálogo" sobre el Acuerdo de San José.
Ruidos y alimentos en mal estado
En su relato ante el consejo de la OEA, el embajador brasileño ha explicado que por las noches, las fuerzas de seguridad proyectan haces de luz "insoportables" sobre las ventanas del edificio, y en concreto hacia la estancia donde se encuentra Zelaya, para impedir que pueda conciliar el sueño.
"Al exceso de intensidad de luz, se une la tortura del ruido. Durante toda la noche suenan cornetas, y ruidos de animales, todo para impedir que se pueda dormir en condiciones razonables", ha explicado.
Al edificio de la embajada no se pueden introducir alimentos si no están preparados previamente. Pero antes de permitir su entrada "los alimentos se quedan al sol durante horas" lo que llegó a provocar en una ocasión "una crisis de diarrea generalizada".
La comida "es revisada por la policía, olida por los perros, y muchas veces, cuando por fin se introduce, llega la mitad de la cantidad inicial".
Otro motivo de acoso es la basura, que no es retirada regularmente de la embajada, lo que provoca una acumulación excesiva y la aparición de mosquitos, con lo que el "peligro de infección es serio", ha indicado.
Por su parte, el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, ha censurado el "hostigamiento" que el gobierno de facto de Honduras está ejerciendo contra la embajada de Brasil en Tegucigalpa, aunque no ha querido ir más allá.
Paara Insulza, ésta es una de las razones del "estancamiento" en el que se encuentra el diálogo en el país tras un mes de la estancia de Zelaya.
Optimismo rebajado
Ante el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), Insulza ha insistido en la necesidad de seguir trabajando para lograr una solución a la crisis, aunque destacó que su visión del conflicto no es tan "optimista" como hace una semana.
"Si en la última reunión mostré mi optimismo, ahora mi opinión está más matizada. Creo que hay un proceso de estancamiento en la negociación, pero es necesario esforzarse para sacarla adelante", ha subrayado.
La otra razón es el intento del Gobierno de Micheletti de lograr un acuerdo sobre la validez de los actos ocurridos el 28 de junio, cuando fue depuesto Zelaya.
"Esto es algo en lo que nunca se van a poner de acuerdo. Para la comunidad internacional, lo que ocurrió fue un hecho ilegal, impropio, no legítimo. Mientras que para otros, dentro de Honduras, podría haber sido válido", ha apuntado.
Se mantiene el diálogo
Por ello, el secretario general pidió a los representantes de Micheletti que retiren el texto en el que plantean, como tema fundamental, la validación de las acciones cometidas el 28 de junio, porque nunca habrá un acuerdo sobre este tema.
Insulza ha explicado que pese al estancamiento, hay un factor positivo, como es el hecho de que "ninguna de las dos partes quiera abandonar el diálogo", como prueban los contactos que sigue habiendo entre el depuesto presidente Manuel Zelaya y los enviados del gobernante de facto Roberto Micheletti.
"Ninguna de las dos partes ha mencionado la posibilidad de abandonar el dialogo, y esto tiene una explicación: El diálogo es importante para el pueblo hondureño, que lo percibe como una posibilidad de llegar a un arreglo pacífico a sus diferencias", ha comentado el secretario general.