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General Motors dice ahora que no vende Opel

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Al final, GM no vende Opel

El fabricante estadounidense de automóviles General Motors ha dado marcha atrás y ha anunciado que finalmente no venderá sus filiales Opel a Magna. La decisión convierte en papel mojado los acuerdos con los trabajadores de las plantas europeas, entre ellas la española de Figueruelas.

El Consejo de Administración argumenta su giro de 180 grados en la mejora del entorno económico y la importancia de sus marcas Opel  y Vauxhall para la estrategia empresarial, según un comunicado difundido este martes por la noche.

La decisión de GM suspende el acuerdo alcanzado con Alemania para vender el 55% de su filial Opel al mayor fabricante de piezas automovilísticas de Canadá, Magna International, con el apoyo financiero del banco estatal ruso, Sberbank.

Pendientes del visto bueno europeo

Los 13 directivos de General Motors aseguran que presentarán su plan de reestructuración para Opel a los gobiernos europeos implicados. Alemania, donde Opel tiene su centro de operaciones, ya ha "lamentado" la decisión.

La noticia se ha producido justo después de una visita de la canciller Angela Merkel a Washington. Los gobiernos de los dos países han sido claves en la larga negociación después de que General Motors se declarara en quiebra --acaba de salir a flote tras la ayuda pública-- y Berlín salvara a Opel con una ingente ayuda y eligiera como comprador a Magna, con capital austriaco.

No obstante, la Unión Europea había advertido a Alemania contra su decisión de conceder directamente una ayuda de 4.500 millones de euros a Magna y acababa de avisar a GM de que debía estar disponible para cualquier comprador. No parece está claro si la propia GM podría acceder a esa u otras ayudas.

Con todo, el presidente de la marca de Detroit, Frederick Henderson, confía en recibir el visto bueno de los europeos.

"Entendemos la complejidad y extensión del proceso pero desde el principio nuestro objetivo ha sido asegurar lo mejor a largo plazo para nuestros clientes, empleados y suministradores". GM cifra en 3.000 millones de euros el coste del nuevo plan de reestructuración.

Nueva oportunidad para Figueruelas

La decisión invalida en principio los acuerdos firmados por los trabajadores de Opel, entre ellos los de la planta española de Figueruelas, que incluía el despido de 900 empleados.

Las concesiones de los trabajadores suponían un ahorro total de 265 millones de euros anuales a cambio de salvar empleos y evitar el cierre de plantas. Sin embargo, los acuerdos estaban condicionados a que GM y Magna firmaran la venta de Opel.

En Zaragoza han recibido la noticia con "sorpresa" y se han mostrado "agotados y agobiados" por "tanta incertidumbre".

A Figueruelas le "toca esperar"

GM ha asegurado que trabajará con todos los sindicatos europeos para desarrollar el nuevo plan de reestructuración.

Magna acepta la decisión

Por su parte, Magna Internacional ha dicho "comprender" la decisión del fabricante de no desprenderse de su filial europea. En un comunicado, el consejero delegado de Magna, Siegfried Wolf, ha declarado que la empresa "entiende el hecho de que GM haya concluido que va en su propio interés retener a Opel, una pieza fundamental en la organización mundial de General Motors".

 "Seguiremos apoyando a Opel y a General Motors en los desafíos que tienen ante sí, y queremos agradecer a todos por el apoyo que han dado a la reestructuración de Opel, por sus esfuerzo incansable y su dedicación en los últimos meses", añade la nota.