Enlaces accesibilidad

EE.UU. legitima las elecciones en Honduras ante una Latinoamérica dividida

  • EE.UU. cree que las elecciones fueron imparciales y transparentes
  • En la XIX Cumbre Iberoamericana no han llegado a un consenso
  • Panamá y Colombia defienden los resultados electorales
  • Brasil, Venezuela, Argentina y Bolivia, entre otros no las reconocen

Por
Foto de familia de los líderes iberoamericanos en la Cumbre de Estoril, en Portugal.
Foto de familia de los líderes iberoamericanos en la Cumbre de Estoril, en Portugal.

Los Estados Unidos han afirmado este lunes que las polémicas elecciones en Honduras han sido un "paso importante pero insuficiente", en sus esfuerzos por restaurar la democracia en ese país, después del golpe militar de hace cinco meses.

Sin responder directamente a si los EE.UU. reconocen oficialmente a Porfirio Lobo como el próximo presidente, el secretario de Estado adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental, Arturo Valenzuela, sólo ha declarado que Washington "reconoce los resultados" y que Lobo será el próximo presidente de Honduras.

Valenzuela también ha asegurado que Estados Unidos cree que las elecciones cumplieron con las normas internacionales de imparcialidad y transparencia.

Por su parte, el virtual presidente electo de Honduras, Porfirio Lobo, ha pedido a la comunidad internacional que vea la "realidad" de su país y no siga "castigando" a su pueblo, al subrayar que los comicios "no tienen nada que ver" con el golpe de Estado del 28 de junio.

"Nosotros vamos a buscar una relación muy cordial y muy fraterna con todas las naciones y les pedimos que igualmente vean la realidad de nuestra situación, que no se subordinen a intereses geopolíticos", ha declarado Lobo a periodistas en Tegucigalpa.

Además, ha agregado que en el exterior deben ver el proceso de las elecciones celebradas el domingo y no seguir "castigando a un pueblo que ha ido a las urnas, a un pueblo que tiene un proceso cada cuatro años, que no tiene nada que ver con la crisis del 28 de junio",  cuando fue derrocado el presidente Manuel Zelaya.

Lobo, quien tomará posesión el próximo 27 de enero, ha señalado que el futuro de Zelaya lo decidirá el Parlamento, y ha recordado que el presidente derrocado firmó un acuerdo con el gobernante de facto, Roberto Micheletti, en el que aceptó que ese tema la decida el poder legislativo, el próximo 2 de diciembre.

No hay consenso en la XIX Cumbre Iberoamericana

Gran parte de la comunidad internacional ha dado la espalda a los comicios por considerar que se desarrollaron en un marco de ruptura del orden constitucional y sin la presencia del legítimo presidente en el poder.

La XIX Cumbre Iberoamericana que se celebra en Estoril intenta conciliar las divergentes posturas que hay en la región sobre la legalidad de las elecciones hondureñas.

Los comicios han dividido a los países iberoamericanos, entre aquellos que reconocen el proceso y los resultados y los que han anunciado que no lo harán, debido a que se celebraron sin que antes se restituyera en el cargo al jefe de Estado, Manuel Zelaya, refugiado en la embajada de Brasil en Tegucigalpa desde septiembre.

Portugal, como anfitrión de la reunión, ha aceptado la tarea de intentar redactar un documento en el que la Cumbre Iberoamericana pueda plasmar algún tipo de consenso en relación a las elecciones.

Sin embargo, el ministro de Asuntos Exteriores luso, Luis Amado, ha reconocido que existen "dificultades" para alcanzar coincidencias, pues la situación política de Honduras divide a los gobiernos.

Aunque Colombia y Panamá han reconocido ya las elecciones hondureñas, países como Argentina, Bolivia, Brasil, Cuba, Ecuador, Nicaragua, Uruguay y Venezuela están en contra de legitimar los comicios.

España,  que condenó el golpe y exigió la restitución de Zelaya, aboga por un "gran acuerdo nacional" en Honduras como único camino para lograr una "paz democrática" en ese país, según dijo en su intervención ante el resto de gobernantes iberoamericanos, el jefe del Ejecutivo español, José Luis Rodríguez Zapatero.

Brasil se mantiene, en principio, firme en su postura, aunque ha dado indicios de que "algunos gestos" de Porfirio Lobo, vencedor de las elecciones, podrían permitir una revisión de la misma, según el asesor para asuntos internacionales de la Presidencia, Marco Aurelio García.