La OTAN responde al refuerzo de EE.UU. con el envío de 7.000 nuevos soldados a Afganistán
- Lo ha anunciado el secretario general, Anders Fogh Rasmussen
En total, se incorporaría en 2010 37.000 efectivos adicionales
El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, ha anunciado que los 25 países de la Alianza o los socios que cooperan con ella en Afganistán se han mostrado dispuestos a enviar a ese país más de 7.000 soldados adicionales tras el anuncio de EE.UU. de que reforzará su contingente con otros 30.000 soldados.
Rasmussen, que no ha querido detallar de dónde procederán esas contribuciones, ha asegurado que otros aliados y socios anunciarán nuevos refuerzos en "las próximas semanas y meses".
El secretario general de la OTAN ha recordado que con los compromisos aliados y el aumento de tropas anunciado esta semana por Estados Unidos, la misión internacional en Afganistán contará en 2010 con 37.000 efectivos más que este año.
40.000 soldados más
El responsable de la operaciones militares en Afganistán, Stanley McChrystal, había solicitado hace meses un refuerzo de 40.000 soldados para aumentar la seguridad en el país, aunque este margen de 3.000 soldados podría ser compensado por Estados Unidos a través de personal de formación y entrenamiento, tal y como dejó entrever el pasado jueves el secretario de Defensa de EE.UU., Robert Gates.
Las naciones están respaldando sus palabras con hechos", ha destacado Rasmussen en una rueda de prensa tras reunirse con los ministros de Exteriores de la OTAN y de los países de fuera de la organización que colaboran con los aliados en Afganistán.
Hace dos días Rasmussen ya adelantó que los países aliados enviarían al menos 5.000 soldados y "probablemente algunos miles más" a la operación en Afganistán.
Sin embargo, el secretario general de la OTAN no ha querido precisar qué países van a enviar cuántos soldados. Por ahora se sabe que Italia va a enviar 1.000 soldados más, que Reino Unido aportará 500 y Polonia 600.
En total, los compromisos cifrados hasta ahora llegan a 5.526 personas, además de varias unidades de formación, cuyos efectivos aún no han sido determinados, y de unos 1.500 militares más en declaración de intenciones sin detalles por parte de otros países, indicaron fuentes aliadas. De esa forma llegarían a los 7.000. Estos son los principales:
- Reino Unido: 1.200 soldados - 500 "nuevos" y se quedan los 700 enviados para las elecciones
- Italia: 1.140 - Un millar de soldados y 140 policías militarizados ("carabinieri") para tareas de instrucción.
- Polonia: 600 soldados, además de 400 en reserva en su territorio para enviarlos en caso necesario. También dos OMLTs y dos POMLTs.
- Georgia: 920 militares.
- Corea del Sur: 400 miembros de su personal militar y 100 civiles para tareas de reconstrucción.
- Eslovaquia: 240 soldados.
- Portugal: 120 militares y una unidad de gendarmería para instrucción de volumen no precisado.
- Suecia: 125 soldados.
- Albania: 125.
- Australia: 120.
- Rumanía: 100
- República Checa: 100.
Alemania ha retrasado cualquier decisión sobre el asunto hasta la conferencia sobre Afganistán que se celebrará en Londres dentro de dos meses y Francia ha anunciado que no enviará ningún soldado más. En el caso de España se especula con el envío de unos 200 soldados.
Según se ha filtrado a los medios de comunicación, en su llamamiento a los aliados Obama habría demandado entre 5.000 y 10.000 militares, por lo que la cifra de la OTAN se quedaría a medio camino.
Los ministros han respaldado la nueva estrategia para Afganistán propuesta por la OTAN, que además del refuerzo militar incluye un incremento de la ayuda al desarrollo y la "intención" de ceder el control de la seguridad a las fuerzas afganas cuando antes allí donde sea posible, ha explicado Rasmussen.
Transferencia de seguridad
El secretario general de la Alianza ha querido dejar claro, sin embargo, que "transición no significa salida" y que no se permitirá que Afganistán "vuelva a caer en manos de terroristas y extremistas".
Rasmussen ha insistido en que la idea de la OTAN es dar más y más responsabilidad al gobierno de Afganistán, pero siempre con el "requisito de que las fuerzas de seguridad estén preparadas para afrontar" la situación.
"No será una carrera por salir, será una transición bien coordinada y preparada para dar responsabilidad a los afganos en provincias y distritos en los que las condiciones lo permitan", ha subrayado.
Rasmussen ha advertido además de que "nadie debe esperar resultados instantáneos", pero ha considerado que "con el enfoque adecuado y los recursos apropiados" puede lograrse el "éxito".