El largo camino para superar la peor crisis económica en 70 años

• Los países industrializados han ido saliendo de la recesión durante 2009

La economía mundial ha tenido que lidiar durante 2009 con los efectos de la crisis desatada el año pasado.

Desde los años treinta del siglo pasado, el mundo no sufría una crisis económica tan profunda como la que se desató en 2008, que ha revelado sus peores efectos a lo largo de 2009: la producción se ha hundido en los países industrializados, los precios se han estancado y el desempleo ha alcanzado, especialmente en España, cotas inusitadas.

Sólo a final de año han comenzado a aparecer señales de recuperación, cimentadas en los gigantescos planes de estímulo puestos en marcha por los Gobiernos, aunque persiste la incertidumbre, tanto en el ámbito financiero -como demuestran la inestabilidad de Grecia o la deuda de Dubai World- como en la economía real.

En cualquier caso, las principales economías del mundo ya han retornado a la senda del crecimiento: en la Unión Europea, Alemania y Francia salían de la recesión en verano, Estados Unidos lo lograba en el tercer trimestre (aunque con un volumen de paro cercano al 10%) y los gigantes asiáticos, China y Japón, crecen ya a buen ritmo.

Esbozos de reformas

El combustible para estas recuperaciones ha sido, en todos lo casos, el dinero público, en forma de subsidios y ayudas directas o a través de inyecciones de liquidez por parte de los bancos centrales.

Tanto la Reserva Federal estadounidense como el Banco Central Europeo mantienen los tipos de interés de referencia en mínimos históricos -el 0,25% y el 1%, respectivamente-, para apuntalar la recuperación y engrasar el crédito, que sigue fluyendo a cuentagotas pese a que, por ejemplo, el Euribor -el tipo de interés de referencia para la mayoría de las hipotecas en España- ha alcanzado sus niveles más bajos.

El programa analiza alguna de las sentencias que ya han dado la razón a los consumidores, habla con los abogados que les defiende y escucha a los consumidores que han pasado a tener importantes descubiertos.

A cambio de todo ese caudal de estímulos, los Gobiernos han intentado poner en marcha una nueva regulación financiera internacional que limite las posibilidades de repetir una crisis similar. Por ahora, los esfuerzos del G-20 no han dado todos sus frutos, aunque ha habido relativos avances en aspectos como los paraísos fiscales, la limitación de las primas a los banqueros o la supervisión financiera supranacional.

Informe Semanal analiza las claves de la Cumbre del G-20, en la que se consiguió un acuerdo mayor del imaginado: el mundo debe cambiar.

En esa nueva arquitectura financiera mundial, los países emergentes, menos asediados por la crisis, han reclamado una mayor participación, lo que ha suscitado las primeras reformas en las dos grandes instituciones económicas multilaterales, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, para otorgarles más poder.

El Gobierno contra la crisis

Si la mayoría de los países de la OCDE han logrado volver a crecer, España -que entró más tarde en recesión- sigue sufriendo la combinación de los efectos de la crisis mundial con el estallido de la burbuja inmobiliaria, que había sido el motor del crecimiento en los últimos años.

La gravedad de la crisis económica no sólo ha copado la actualidad política, sino que obligó al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a sustituir al vicepresidente segundo y ministro de Economía, Pedro Solbes, por la entonces ministra de Administraciones Públicas, Elena Salgado, la primera mujer que accedía al cargo en España.

La vicepresidenta Elena Salgado está decidida a imprimir mayor velocidad a las medidas del gobierno para salir de la crisis, y asegura que el diálgo social será imprescindible para crear empleo. Así lo ha contado en una entrevista a un equipo de TVE.

Salgado ha logrado cerrar el nuevo sistema de financiación autonómica y ha presentado la nueva Ley de Economía Sostenible para redeficnir la economía española con el horizonte 2010, pero no ha conseguido aún recuperar el crecimiento, a pesar de las expectativas de que el PIB aumente -o al menos no caiga- en diciembre.

De entre las medidas de estímulo puestas en marcha por el Gobierno, han resultado particularmente eficaces el Plan 2000E, que ha recuperado las ventas de automóviles, y el Fondo Estatal de Inversión Local, que dio trabajo a 425.000 personas, aunque fuera de forma temporal, por lo que ha sido ampliado a 2010.

El paro azota España

Otras medidas no han tenido tanto éxito, como los esfuerzos por revitalizar el crédito, mientras que, para mejorar la protección de los desempleados, a mediados de año se aprobaba una ampliación de la prestación de 420 euros mensuales.

Estas medidas han engordado el déficit público del Estado español, que se acercará a final de año al 10% del PIB, y que ha provocado que la Comisión Europea abriera a España -y a otros 13 países de la zona euro- expediente por déficit excesivo, otorgándole de plazo hasta 2013 para volver al Pacto de Estabilidad, y una rebaja de la consideración de la deuda española. Ante la necesidad de reconducir ese déficit, el Gobierno tomó su decisión más impopular: subir los impuestos.

Pero la cicatriz más profunda de la crisis ha sido, sin duda, el aumento del número de desempleados, que ha alcanzado los cuatro millones, acercándose al 18% de la población activa.

Un 20% de la sociedad española vive por debajo del umbral de la pobreza. Son personas y familias que están soportando de forma especialmente dura los efectos de la crisis económica y que en muchos casos pertenecen a la considerada clase media. Profesionales cualificados que a la sombra de décadas de bonanza económica se embarcaron en préstamos y en hipotecas a las que ahora no pueden hacer frente porque se han quedado en el paro. Con una casa por pagar y menos ingresos, muchas familias españolas tienen que recurrir al subsidio o a organizaciones benéficas que alivian como pueden una situación a menudo dramática.

Ni siquiera la enormidad de esas cifras ha permitido que sindicatos y empresarios lograran un acuerdo en el diálogo social, roto en julio y tan sólo parcialmente recuperado en la negociación colectiva, enquistado en torno a la reforma laboral, que ahora parece ya inevitable, aunque habrá que esperar para conocer sus términos.

Las dificultades de la banca

La banca internacional ha pasado gran parte del año lamiéndose las heridas de la debacle sufrida en 2008, reequilibrando sus balances gracias a las ayudas públicas y en muchos casos reestructurándose, obligada por esas mismas ayudas. Han continuado las quiebras, como la de CIT o la de DSB, mientras que grupos como ING o el Royal Bank of Scotland han tenido que reestructurar gran parte de su negocio.

En España, la gran banca ha capeado el temporal con relativa suficiencia, logrando incluso beneficios, y la crisis se ha cebado con las cajas de ahorro, mucho más expuestas al sector inmobiliario y a la morosidad creciente. Para reorganizar el sector, reduciendo su tamaño, el Gobierno puso a disposición de las entidades 9.000 millones de euros a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).

En este contexto, el Banco de España tuvo que intervenir una entidad, Caja Castilla-La Mancha, por primera vez desde 2003, aunque desde la caída de Banesto en 1993 nunca había tomado las riendas de una gran entidad. Cajastur integrará a la caja manchega, una de las múltiples operaciones de fusión con las que el Banco de España pretende dejar en unas 30 las actuales 45 cajas en 2010.

Los movimientos en las Cajas de Ahorro se intensifican...En este momento, hay 7 procesos de integración en marcha...El objetivo es reducir el número de cajas y que las resultantes sean más fuertes para afrontar el futuro del mercado financiero. El nuevo mapa de las cajas tardará en cerrarse al menos cinco años.

Más cerca de la lucha política que de la crisis se ha situado la pugna por la presidencia de Caja Madrid, que empezó como un enfrentamiento entre al Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid y acabó por involucrar a los dos principales partidos, PP y PSOE, hasta que se alcanzó un consenso para que el ex director gerente del FMI y ex ministro de Economía Rodrigo Rato sea el próximo presidente de la entidad.

La Bolsa recupera sus pérdidas

Si es cierto que los mercados bursátiles avanzan los ciclos de la economía real, en 2009 las bolsas mundiales han mostrado claramente signos de recuperación, después de tocar fondo en el primer trimestre, e incluso cerrarán con ganancias, como Wall Street, que hasta noviembre había subido un 18%. En el mismo período, Londres ha ganado un 19%; Fráncfort, el 17%; Tokio, un 5%, y Río de Janeiro, un 78%, entre otros mercados mundiales.

La bolsa española se encuentra entre las más alcistas, hasta el punto de que el Ibex-35 cerrará el año con una revalorización cercana al 30% y recuperará así gran parte de lo perdido en 2008. El parqué madrileño marcó sus peores registros en febrero, para después empezar a subir ininterrumpidamente, superando incluso los 12.000 puntos.

En un año con escasas operaciones de envergadura, Iberia y British Airways han cerrado su largamente anunciada fusión y Enel ha tomado el control de la eléctrica Endesa, mientras que General Motors frustró tras meses de negociaciones la venta de Opel a Magna y ahora se apresta a reestructurar por sí mismo su filial europea, lo que afecta directamente a la planta de Figueruelas, en Zaragoza.

Dieciseis meses han tardado Iberia y British Airways en cerrar su acuerdo de fusión. Antonio Vázquez, presidente de la aerolínea española, explicaba a analistas y trabajadores las ventajas de esta unión.

En el año de la crisis, el precio del oro se ha disparado, el Premio Nobel de Economía recayó por primera vez en la historia sobre una mujer, Elinor Olström, falleció el que probablemente era el más importante economista vivo, Paul Samuelson, y un español, Amancio Ortega, se coló por primera vez entre los diez más ricos del mundo. Pese a la crisis.