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Cuba ya impidió la entrada del eurodiputado Yáñez en el país en julio de 2008

  • Le negó el visado de entrada porque asistía a un acto de la oposición cubana
  • En esta ocasión sí le dió el visado
  • Yáñez arremetió contra el régimen en un duro artículo en diciembre de 2007
  • Su mujer califica de "sorpresa desagradable" el incidente al volver a Sevilla

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El Gobierno de Cuba ya impidió al eurodiputado socialista Luis Yáñez-Barnuevo viajar a la isla en julio de 2008, ocasión en la que fue invitado a participar en un congreso del grupo disidente Arco Progresista, de Manuel Cuesta Morúa.

Esa vez, no obstante, el eurodiputado no llegó a viajar porque las autoridades cubanas le negaron el visado de entrada, algo que sí logró en esta ocasión, aunque finalmente le prohibieron la entrada en el país.

A Yáñez-Barnuevo, portavoz socialista de la Asamblea Parlamentaria Eurolatinoamericana, se le negó la entrada en la isla la pasada madrugada, cuando llegó a Cuba como turista en visita privada acompañado de su mujer, la presidenta de la Comisión de Interior del Congreso, Carmen Hermosín.

El eurodiputado ha sido crítico en varias ocasiones con el régimen cubano. En diciembre de 2007 escribió un artículo titulado ¿Qué vendrá después de Castro?, analizando las condiciones para una transición pacífica en Cuba después de la muerte de Fidel Castro.

El artículo se publicó un año y medio después de que Castro fuera hospitalizado por enfermedad y dos meses antes de que cediera definitivamente la presidencia a su hermano Raúl.

En él dejaba claro que la transición deberá tener en cuenta la opinión de los cientos de miles de exiliados y abogaba por una "combinación de sectores emergentes de la oposición democrática" junto a la "reubicación de los dirigentes más competentes, inteligentes u oportunistas de la dictadura".

Es más, afirmaba que en el régimen había sectores "dinámicos" tanto en las Fuerzas Armadas como en el propio Partido Comunista, pero que ninguno movería "un dedo" antes de tiempo.

Vínculo entre Castro y Franco

Se fijaba especialmente en los miembros de los servicios de inteligencia, "que son los que mejor conocen la quiebra política y económica del sistema y sus miembros más listos serán de los primeros en colocarse bien en el proceso de transición".

Yáñez-Barnuevo auguraba también un papel para la Iglesia Católica, como institución que ha sobrevivido a la "estatalización radical" de la sociedad, y a la disidencia interna, a quien calificó de "referente ético".

En su escrito, el eurodiputado no ahorraba críticas al régimen, afirmando que el "partido 'dirigente y guía' lleva varias décadas hablando en nombre de dicho pueblo sin consultarle", que la mayoría de los cubanos desea un cambio y que sólo unos pocos siguen apegados a las "consignas", que no "ideas".

Además, se mostraba convencido de que el castrismo no sobrevivirá mucho tiempo sin Fidel Castro. Yáñez-Barnuevo utilizaba el eufemismo del "hecho biológico", el que se utilizaba en la España franquista para hablar de la muerte de Franco.

"Al fin y al cabo estamos hablando de dos gallegos que se admiraban en el fondo", escribía el eurodiputado.

Su esposa habla de "sorpresa desagradable"

Por su parte, la diputada socialista sevillana Carmen Hermosín y esposa de Yáñez ha calificado de "sorpresa desagradable" que las autoridades de La Habana prohibieran a su marido, ya que "nunca habíamos tenido problemas" para viajar a Cuba.

Hermosín ha explicado que no podían "imaginar" que pudieran impedir la entrada a Yañez, ya que les habían dado el visado de turista y ambos han viajado en varias ocasiones a Cuba.

"No podía imaginar que, por un lado, le den el visado de turista y luego no le dejen entrar", ha indicado Hermosín tras confirmar que la policía, tras pedirles los pasaportes, le comunicó que ella podía entrar, pero no así su marido.

"Habrá algún motivo", replicó entonces Yañez, según ha explicado Hermosín, que ha agregado que le respondieron: "Nosotros no sabemos nada", tras lo que les buscaron sendas plazas en el siguiente vuelo a Madrid, que iba lleno, ya que la diputada socialista decidió regresar con él.