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Obama, indignado con la sentencia del Supremo

  • El Supremo levanta las restricciones para que las empresa paguen anuncios electorales
  • Obama dice que es una victoria para los bancos, petroleras y aseguradoras

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El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha acabado con 20 años de límites a la participación de las empresas en las campañas electorales. La sentencia permite ahora que tanto las compañías privadas, y por extensión los sindicatos, usen sus fondos propios para apoyar u oponerse a un candidato a Presidente o al Congreso.

Obama ha reaccionado de inmediato. Dice que la sentencia "es una gran victoria para los bancos, las petroleras y las aseguradoras". Con ella, añade, "el Tribunal Supremo ha dado vía libre a una nueva estampida de dinero de intereses particulares en nuestra política".

El Presidente va a hablar con los líderes de ambos partidos en el Congreso para dar una "respuesta contundente" a la decisión del Alto Tribunal. "El interés público lo exige".

Un río de dinero para las campañas electorales

Hasta ahora, las empresas no podían usar sus fondos para producir y emitir propaganda electoral. El alcance de la prohibición era limitado. Las compañías sí que podían distribuir su opción política por internet, en DVD o exhibirla en salas de cine. Además, nada impide que elaboren anuncios en contra de determinadas leyes. Así, durante el debate de la reforma sanitaria los anuncios en contra o a favor han proliferado en los medios.

La sentencia echa por tierra otro límite temporal: la ley McCain-Feingold, por el nombre de sus dos promotores, impedía que los sindicatos y las compañías pagaran anuncios en los últimos días de la campaña electoral.

La decisión del Tribunal Supremo no afecta a las contribuciones personales a un candidato. Las empresas y sindicatos pueden crear los llamados Comités de Acción Política para donar directamente. No obstante, esa financiación es a título personal y no puede proceder de la tesorería.

Discrepancias en el Supremo

La decisión se ha tomado por estrecha mayoría, 5 votos a favor frente a cuatro en contra, entre estos últimos, la juez hispana, Sonia Sotomayor. La sentencia repercutirá en 24 estados que han impuesto límites similares.

El argumento jurídico del Alto Tribunal es que la prohibición era inconstitucional y vulneraba la libertad de expresión. Los cuatro magistrados que se han opuesto entienden que la decisión puede socavar la integridad de las instituciones.

En cualquier caso, la sentencia se produce justo la semana en que el partido Demócrata ha sufrido un varapalo histórico en Massachusetts. La victoria del republicano Scott Brown ha arrebatado al Gobierno la posibilidad de aprobar leyes sin el apoyo de la oposición. Y supone el ascenso de los republicanos en un año de elecciones. El próximo mes de noviembre se renueva toda la Cámara de Representantes y un tercio del Senado.