El PP propone la suspensión de un año de militancia a Manuel Cobo y Ricardo Costa
- El vicealcalde de Madrid criticó a Aguirre en una entrevista
- Costa no acató la decisión del PP de destituirlo como secretario general
- La sanción será revisable en seis meses
El PP ha propuesto la suspensión de militancia durante un año al vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo, y al ex secretario general de los 'populares' valencianos, Ricardo Costa, según fuentes del PP.
Ambos, que estaban suspendidos de militancia de forma cautelar, han recibido ya la resolución de los dos instructores del caso y ahora tienen quince días para presentar alegaciones a la misma.
Según informa María Carou, de Radio Nacional de España, una vez pasado ese plazo los 12 miembros del Comité de Derechos y Garantías del PP vota la decisión final.
Citando fuentes del PP, la Agencia Efe asegura que la sanción definitiva será inferior, "casi con toda seguridad", al año de suspensión de militancia.
El que es mano derecha de Alberto Ruiz Gallardón ha sido castigado por la dirección nacional de su partido por las críticas que vertió contra Esperanza Aguirre en una entrevista en la que dijo que le producía "vómito" lo que la presidenta de Madrid "estaba haciendo con Rodrigo Rato" (entonces uno de los candidatos a presidir Caja Madrid).
En el caso de Costa, hombre de confianza de Francisco Camps, la decisión viene provocada por no acatar la decisión de su partido de suspenderle como secretario general del PP valenciano.
Las mismas fuentes han asegurado que la sanción definitiva, tras el periodo de alegaciones, será revisable dentro de seis meses.
Cobo y Costa, los díscolos a los que Rajoy paró los piés
En un momento especialmente delicado para el PP, en el que el caso Gürtel ocupaba gran parte de la atención mediática y la guerra por Caja Madrid ponía de manifiesto la enemistad eterna entre Aguirre y Gallardón, el líder nacional, Mariano Rajoy, tuvo que poner órden en un Comité Ejecutivo Nacional en el que fue claro: "No habrá próxima vez", dijo tajante, tras asegurar que "las luchas internas lesionan al partido".
Esperanza Aguirre se sentía víctima y calificaba a Cobo como su agresor por las feroces críticas que éste le lanzaba en el diario El País en octubre de 2009. Por su parte, Alberto Ruiz Gallardón, mostraba su claro apoyo a su número dos en el Ayuntamiento de Madrid.
Cobo, que pidió perdón a medias, puso su cargo a disposición del partido durante su intervención ante el Comité Ejecutivo Nacional del PP pero también aprovechó su discurso para exigir que se aplique la misma vara de medir a todos los cargos del partido.
En forma de dardo envenenado, el vicealcalde de Madrid llegó a sacar a colación el caso del espionaje a cargos del PP de Madrid e incluso confesó que había llegado a tener miedo por él mismo y por sus hijos.
El pulso de Costa a Génova
Por su parte, Ricardo Costa quiso echarle un pulso a Génova y perdió. La dirección nacional del Partido Popular comenzó a presionar a Francisco Camps para que prescindiera de su número dos, después de que el sumario de Gürtel recogiera unas conversaciones en las que se apunta a que el secretario general del PP valenciano recibió lujosos regalos de la trama.
Costa se sentía respaldado por los suyos en Valencia, sobre todo por el presidente de la Generalitat. Pero finalmente Rajoy ganó la partida y el PP valenciano decidió apartarlo de sus cargos de secretario general del PP de Valencia y portavoz en las Cortes Valencianas.
El ex secretario dijo entonces que su intención no era "aferrarse a ningún cargo", pero haciendo caso omiso de la decisión tomada por Génova, se presentó como secretario general, lo que terminó por enfadar a Génova.
El diputado 'popular' en las Cortes Valencianes Ricardo Costa hizo unas declaraciones a finales de octubre, cuando ya había sido cesado, lamentando como "como militante y como secretario general" de este partido, que la dirección del PP aún no le hubiera citado al comité de derechos y garantías por su relación con el caso Gürtel.