La OTAN ralentiza la ofensiva en Afganistán por las bombas caseras y las víctimas civiles
- Las carreteras cercanas a Marjah están plagadas de explosivos caseros
- El jefe del estado mayor británico reconoce el gran revés de los civiles muertos
- El ejército afgano y la OTAN renuncian al uso de armas pesadas
El riesgo de provocar más víctimas civiles tras la muerte de doce inocentes este domingo por un misil estadounidense y las minas en las carreteras colocadas por los talibanes están atascando la gran ofensiva de la OTAN en la provincia afgana de Helmand pese a que ya tienen casi controlada la ciudad de Marjah, el bastión rebelde en la región.
'Estamos logrando un progreso firme, pero siendo metódicos para detectar y limpiar las carreteras en un área que está altamente saturada de explosivos de fabricación casera', ha asegurado el capitán de los marines de Estados Unidos Abraham Sipe, en declaraciones a Reuters.
Sipe no ha querido facilitar la cantidad de milicianos matados o capturados desde el comienzo de la operación, el pasado viernes por la noche, aunque las fuerzas afganas han asegurado que han abatido a unos 35 milicianos en los primeros dos días de combates.
'En muchas partes de Marjah hemos encontrado poca oposición pero hay áreas en las que los marines se han encontrado con una fuerte esistencia, pero están logrando un progreso firme en ellas', ha añadido Sipe.
Como ejemplo de la fuerte resistencia de los talibanes, las unidades de marines han tratado en dos ocasiones desde el pasado domingo de llegar al área del bazar para tomar las posiciones enemigas, pero han tenido que retroceder ante el fuerte fuego de respuesta de los talibanes. Aviones de guerra y helicópteros de ataque con misiles acudieron en su auxilio.
'Hubo combates la pasada noche y algunos enfrentamientos esporádicos aún se están produciendo en Marjah. El enemigo ha sufrido bajas', ha asegurado un general afgano en Helmand.
La OTAN renuncia a la artillería pesada
Gran parte del éxito de esta operación, que supone el símbolo de la nueva estrategia en Afganistán con la que el presidente Obama pretende irse del país asiático en 2011, depende de que las tropas aliadas se ganen la confianza de los habitantes, de forma que las tropas afganas puedan evitar el regreso de los talibanes.
Sin embargo, misiles de la OTAN han provocado la muerte de doce civiles este domingo lo que, según ha reconocido Jock Stirrup, el jefe del estado mayor británico es 'un retroceso muy grave' para la operación.
'Esta operación es muy difícil. El tiempo es un factor importante y nos va a llevar tiempo convencer a los habitantes que acepten el gobierno afgano', ha declarado. 'Dentro de 12 meses vamos a mirar atrás y decir que toda esta operación fue un éxito', ha vaticinado.
En este sentido, la OTAN y las fuerzas afganas han anunciado que renunciarán al uso de la artillería pesada en el marco de la ofensiva antitalibán para evitar bajas civiles como las registradas este domingo.
En una rueda de prensa conjunta en Helmand, el ministro afgano de Interior, Mohamed Hanif Atmar, ha anunciado esta medida y ha añadido que la fuerza aliada estará en constante contacto con los ancianos notables de la zona para 'consultarles' sobre la táctica militar a seguir.
Atmar también ha desvelado que se lanzará un programa de radio para que la ciudadanía de Marjah sepa qué debe hacer 'para salvar su vida' en el contexto de esta operación.
Mientras, el jefe la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), bajo mando de la OTAN, Stanley McChrystal, ha defendido en el acto que la ofensiva está siendo 'liderada por los afganos', algo que subraya la 'asociación especial' entre las fuerzas extranjeras y afganas.