Israel rompe su idilio con el Mosad por suplantar la identidad de sus propios ciudadanos
- La prensa israelí critica a los servicios secretos y pide dimisiones
- Usó identidades de nacionales para matar a un líder de Hamás
- No le reprochan el asesinato, sino minusvalorar a la Policía de Dubai
¿Se imaginan que los servicios secretos de su país usase su número de pasaporte y su nombre para suplantar su identidad y cometer un asesinato en el extranjero?¿Cómo se sentirían si un día de acostasen como simples ciudadanos y se levantasen convertidos en todos unos héroes -o criminales- por obra y gracia de su propio estado?
En esta situación se han sentido al menos siete ciudadanos con doble nacionalidad británica e israelí -seis británicos y uno estadounidense- ante la creciente sospecha de que el Mosad, los servicios secretos de su país, han usado sus nombres para matar a un dirigente del brazo armado de Hamás en Dubai el pasado 20 de enero.
Testimonios de la suplantación
"Obviamente estoy enfadaddo, disgustado y asustado", asegura Melvyn Adam Mildiner, uno de los señalados por Dubai como responsables del asesinato, que niega cualquier implicación en el asunto.
"No sé cómo esto ocurrió o quien eligió mi nombre o por qué, pero espero que nos entermos pronto", añade Mildiner, que asegura que tiene su pasaporte británico en regla en su casa, con los del resto de su familia, y que no tiene sello alguno de Dubai en el mismo (porque no ha estado allí).
"No sé qué decir. Es una identidad tomada por error o robada. No soy yo, eso seguro", ha declarado en una entrevista Michael Lawrence Barney, otro de los señalados.
Stephen Hodes, que recientemente ha emigrado al estado judío se declara en estado de shock. "No sé cómo han dado conmigo. El de las fotografías no soy yo, por supuesto...Estoy mortificado", ha denunciado.
"Estoy en shock. Voy a consultar al consulado británico para ver qué pasa. Es mi pasaporte", ha declarado otro perjudicado, Paul Kelly.
Con estos testimonios, el caso del asesinato de Mahmud al-Mabhuh ha pasado ser ser considerado un éxito de los servicios secretos a un auténtico fracaso, que pone en riesgo las relaciones diplomáticas de Israel con países europeos cuyos ciudadanos han visto su identidad suplantada (Iralnada, Reino Unido, Alemania y Francia).
Críticas a la operación
Los medios de comunicación israelíes, como el diario de centro-izquierda Haaretz han pedido dimisión pura y simple de jefe del Mossad, Meir Dagan, reconocido defensor de la acción directa y la "liquidación".
El corresponsal militar del diario ha criticado al primer ministro Benjamin Netanyahu, por "no haber escuchado las advertencias en contra de la prórroga de su mandato". Meir Dagan ha servido desde octubre de 2002.
"¿Una operación exitosa? No es tan seguro", señala el conservador Yediot Aharonot, que señala que "aquellos que han montado esta operación no tuvieron en cuenta la profesionalidad de la policía Dubai" que podría identificar a los sospechosos mediante el examen de las imágenes de la cámara de vigilancia, tal y como en efecto ha hecho.
Por su parte, un ex oficial del Mossad, citado por la radio del ejército, ha denunciado que el Mossad puede haber cometido un "grave error" si se usa con pasaporte de un israelí, en particular sin su consentimiento.
Comandos israelíes utilizan a menudo en el pasado pasaportes extranjeros falsos. De hecho, en 1997 agentes del Mossad intentaron sin éxito asesinar a Khaled Mashaal, un líder de Hamas en Jordania, con pasaportes canadienses.
Israel se defiende
Mientras tanto, el ministro de Asuntos Exteriores israelí, Avigdor Lieberman, ha asegurado que no existen pruebas de que su país esté detrás del asesinato. "Simplemente no es correcto. ¿Por qué tenemos prisa en darnos tanto trabajo a nosotros mismos?", se ha preguntado el ministro.
Lieberman ha citado una "política de ambigüedad" en cuestiones relacionadas a la Inteligencia y señaló que el autor del asesinato podría ser "cualquier otro servicio de Inteligencia o país".
Eso sí, ni el gobierno israelí ni los medios de comunicación de su país han condenado el asesinato en sí de Mahmud Al Mabhuh, acusado de jugar un papel esencial en el contrabando de armas hacia la franja de Gaza.