¿Cómo se vive en el corredor de la muerte? El caso del único español condenado en EE.UU.
- Pablo Ibar fue condenado en 2000 a la pena capital en Florida
- Sólo le permiten salir al patio de la prisión una hora a la semana
- Sus familiares dicen que aún está esperanzado y lucha por su inocencia
"Pablo prefiere no hacer amistad con ningún recluso dentro de la cárcel porque no sabe cuando pueden morir y luego el sufrimiento es mayor". Así de duras son las declaraciones de Javier Luariz- Ayerdi Ibar, primo de Pablo Ibar, único español condenado a la pena de muerte en EE.UU.
Ibar, que siempre ha defendido su inocencia, fue condenado hace diez años por un triple asesinato en Florida que se produjo en 1994. La principal prueba aportada en su contra fueron unas imágenes poco nítidas procedentes de una cámara oculta de vigilancia que grabó la agresión.
Su caso es sólo uno más de aplicación de la pena capital que aún está vigente en 58 países del mundo y de la que se hablará en elIV Congreso Mundial sobre la Pena de Muerte, que empieza este miércoles en Ginebra.
El día a día en el corredor de la muerte
Pablo Ibar, de 38 años, desarrolla su vida desde hace 10 años en una pequeña celda de 3x2 metros.Después de desayunar cada mañana hace ejercicio durante dos horas y media. Después lee las muchas cartas que recibe y contesta.
"Con esta pequeña rutina trata de no caer en la desesperación y la locura", asegura a RTVE.es el primo del preso.
Una hora a la semana sale al patio con el resto de condenados a muerte y una vez por semana (durante 6 horas) ve a su mujer. "Se pasa los siete días esperando ese momento, pero es muy duro cuando ella se va de la prisión", relata Javier, que ha ido a ver a su primo en varias ocasiones hasta el penal de Raiford (Florida).
Para él, "ir allí es devastador, la cárcel está en medio de la nada y te encuentras con ratas y cucarachas". Y añade: "En invierno hace demasiado frío y en verano mucho calor, es un sitio tremendamente cruel y las condiciones son tremendas".
"Lo más sorprendente de todo es que muchas veces Pablo nos da ánimos a nosotros", cuenta Javier.
A pesar de todo, dice, quiere seguir luchando y "más ahora que parece que se abre una puerta a la esperanza para la repetición del juicio". "Él se siente muy apoyado por España", según explica a RTVE.es el primo de Ibar.
Un proceso muy largo que aún no ha acabado
La defensa del vasco, que siempre ha declarado que en la noche del crimen estaba con su novia (ahora esposa), denuncia que las imágenes en las que se apoya la condena no son claras y que en ellas no se identifica al condenado a muerte.
En declaraciones a RTVE.es, el portavoz de la familia, Andrés Krakenberger, aboga por la repetición del proceso judicial ya que considera que los tres juicios que se celebraron no contaron con las garantías jurídicas necesarias.
El primer juicio celebrado en 1997 fue declarado nulo al no ponerse de acuerdo el jurado sobre un veredicto en el caso. El segundo, en 1999, tampoco concluyó porque el abogado de oficio asignado a Ibar fue detenido por un caso de violencia machista. En el tercero y último, el jurado declaró al español culpable y el proceso culminó con la condena a la pena de muerte.
Tras ser denegada por el Tribunal Supremo de Florida la petición de celebración de un nuevo juicio, la defensa de Ibar se replanteó la estrategia y llevó de nuevo el caso en 2009 al tribunal original que le condenó a muerte, que ahora tendrá que decidir si celebra un nuevo juicio.
Así, el caso dio un esperanzador giro para Pablo Ibar. Su nuevo abogado, Benjamin Waxman, presentó la declaración jurada de un testigo quien afirmó que el verdadero asesino le confesó el crimen. Además, un experto en identificación facial desacreditó la prueba clave, el vídeo, asegurando que existen "discrepancias" entre los rasgos del español y el asesino.
El portavoz de la familia cree que en el mejor de los casos, el proceso se prolongará durante años "pero estamos seguros de que le sacaremos de allí", afirma, convencido.
El Gobierno español y el vasco pagan los servicios del nuevo abogado
Tras el fracaso del primer abogado, que ha reconocido, según cuenta el portavoz de la familia, que su poca preparación del juicio influyó en la sentencia, contrataron a Benjamin Waxman, experto en este tipo de casos.
El Gobierno vasco reserva desde hace tres años una partida en los presupuestos para ayudar en el proceso judicial de Ibar. El Gobierno central también aprobó en 2008 una partida de 500.000 euros para este mismo fin. En 2009 la rebajó a 250.000 euros, según cuenta el portavoz de la familia de Ibar.
Tanto él como el primo de Ibar coinciden en que "es imposible resarcir el daño causado a Pablo", encarcelado desde 1994 por este caso de homicidio.
"¿Quién le va a devolver toda la vida que le han quitado?" se pregunta Javier Luariz- Ayerdi Ibar. Krakenberger cuenta que asombra la entereza de Pablo y concluye: "Sólo quien tiene claro que es inocente muestra ese aplomo".