La ONU y la UE rechazan la "inadmisible" llamada a la "guerra santa" de Libia contra Suiza
- El conflicto entre los dos países dura ya más de año y medio
- París considera "inaceptable" una amenaza así por parte de un jefe de Estado
Inadmisible, inoportuna e inaceptable, son los calificativos con los que la ONU, la UE y Francia se han referido este viernes a la llamada a la "guerra santa" o Yihad efectuada el pasado jueves por el presidente libio Muamar al Gadafi contra Suiza.
El director general de la sede europea de la ONU, Sergei Ordzhonikidze, ha sentenciado que consideraba "inadmisibles" tales declaraciones por parte de un jefe de Estado en el plano de las relaciones internacionales.
Por otro lado, el director general también ha resaltado la seguridad del recinto de Naciones Unidas en Ginebra, en el que trabajan más de 4.000 personas y que es escenario de numerosas reuniones internacionales, en el que hay un sistema de seguridad que permite "prevenir cualquier amenaza".
En relación con la sede de la ONU en Ginebra, Ordzhonikidze ha negado tener conocimiento de la supuesta petición enviada por el gobierno libio solicitando transferirla a otro lugar fuera de Suiza.
Desde París también se ha evaluado la situación del conflicto que mantienen Libia y Suiza desde hace más de medio año. El ministro de Asuntos Exteriores ha calificado esta declaración como "inaceptable" y como un impedimento para que las relaciones entre los dos países mejoren y se pueda superar el conflicto.
La alta representante para la Política Exterior de la Unión Europea, Catherine Ashton, ha declarado este mismo viernes que las palabras del presidente libio llegan en un "momento inoportuno" en el que se estaban centrando todos los esfuerzos en lograr avanzar en el conflicto.
"Estas inoportunas palabras se han hecho en un momento en el que la Unión Europea estaba centrando todos sus esfuerzos en lograr una solución diplomática entre los dos países", ha sentenciado Ashton.
La llamada a la "guerra santa"
En un acto público, Gadafi llamó este jueves a una "guerra santa" contra Suiza por la prohibición de construir nuevos minaretes, al tiempo que instó a los países musulmanes a boicotear todos los productos procedentes del país europeo.
Los votantes suizos aprobaron el pasado noviembre por referéndum la prohibición de construir minaretes, de modo que en los nuevos proyectos de mezquita que se presenten se deberá omitir ese símbolo.
El origen del conflicto entre Suiza y Libia se encuentra en una crisis diplomática originada por la breve detención de uno de los hijos de Gadafi, en julio de 2008 en Ginebra, como consecuencia de una denuncia presentada en su contra por dos empleados domésticos que le acusaban de maltrato físico.
Las 48 horas que Hannibal Gadafi pasó detenido fueron seguidas de inmediatas represalias políticas y económicas, entre las cuales la más prolongada y que más solidaridad internacional hacia Suiza ha provocado ha sido la retención en Libia de dos hombres de negocios suizos.
Después de 19 meses, durante los cuales Suiza les ha considerado "rehenes" del régimen de Gadafi, uno de ellos pudo salir esta semana de Libia, mientras que el segundo fue trasladado a una cárcel de Trípoli.
Ante estos hechos, Suiza optó por publicar una lista en el que vetaba la entrada a 186 personas, entre ellas a Gadaffi y su familia.
Alemania y España median desde hace algunas semanas en esta crisis e intentan facilitar un arreglo que ponga fin a la escalada del conflicto político