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Obama llama al Congreso a votar la reforma sanitaria

Les pide que terminen el trabajo en las pr

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Se acabó el debate, "no veo otro año de negociaciones sobre la reforma sanitaria, se ha dicho sobre ella todo lo que había que decir", ha sentenciado Obama. Por eso "pide a las dos cámaras que terminen el trabajo en las próximas semanas".

"El Congreso debe al pueblo americano un voto final sobre la reforma sanitaria", anima el Presidente un año después de que empezara el debate para ampliar la Sanidad en Estados Unidos y reducir sus costes. "Es hora de tomar una decisión".

Es un órdago a la grande. No hay vuelta atrás. Todo o nada. No contará con los votos republicanos; sólo con los suyos. Si sale adelante, será un triunfo histórico. Si pierde, un revolcón político mayúsculo.

La reforma por la reconciliación

Obama no ha nombrado explícitamente la reconciliación presupuestaria, el procedimiento parlamentario que permite sacar el proyecto con mayoría simple en el Senado. Pero la ha defendido poniendo como ejemplo todos los casos en que se ha utilizado: desde el recorte de impuestos al Estado de Bienestar.

Es la única salida que tenía Obama tras el rechazo frontal de los republicanos a respaldar su proyecto. La oposición exige empezar de cero. Una opción que significaría tirar por la borda todo el trabajo realizado este último año y en última instancia, una derrota histórica para los demócratas.

¿Tendrá los votos?

Con todo, Obama sólo ha dado luz verde a la reconciliación. Ahora es el turno del Congreso, y especialmente de la Cámara de Representantes, donde no está claro que se cuente con los votos necesarios para aprobar el proyecto que salió del Senado en diciembre.

El portavoz de la mayoría demócrata en la Cámara Baja, Steny Hoyer, asegura que sí. Si ese es el caso, se enmendaría en la Cámara Alta, donde pasaría con sólo 51 votos. Los demócratas cuentan con 59. Entonces, ya estaría listo para la firma del Presidente y se convertiría en ley.